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La infancia de los años noventa seguirá siendo víctima de las incertidumbres de los adultos, según la Unicef

El informe anual de Unicef sobre el Estado Mundial de la Infancia 1991, que será presentado hoy en Berlín, pone de manifiesto que la generación de los años 90, "la más numerosa jamás confiada a la humanidad" sigue siendo la primera víctima de las incertidumbres de lo adultos. Baste decir que 40.000 niños mueren cada día en el mundo antes de cumplir los cinco años por enfermedades que se curarían con una simple vacuna.

El subdesarrollo y las enfermedades que de él se derivan, la guerra, los embarazos no deseados, la explotación laboral y sexual o la pobreza urbana, vierten en el citado informe sus consecuencias otorgando a millones de niños el sórdido privilegio de aparecer en las estadísticas. Así, 150 millones sobreviven en la enfermedad, 100 millones permanecen sin escolarizar, 80 millones trabajan, 30 millones viven en las calles y siete en campos de refugiados.En los países subdesarrollados, donde un tercio de la población rural no tiene acceso al agua potable, la diarrea se cobra anualmente cuatro millones de vidas; millón y medio el sarampión; 800.000 el tétanos neonatal y cuatro millones las infecciones respiratorias. El resultado es que mientras en España mueren diez de cada 1.000 nacidos antes de cumplir los cinco años, las estadísticas otorgan a Mozambique 297 muertos.

La amenaza del sida

El informe de Unicef también destaca la nueva amenaza del sida: "El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) ensombrece las perspectivas de superviviencia y desarrollo en la infancia, especialmente en el África subsahariana". Para 1992. y sólo en esta región, un millón de niños habrán contraido el virus en el útero de sus madres, y una vez nacidos, morirán 600.000.En otro apartado del informe se subraya que los niños son las principales víctimas de políticas económicas erróneas. "En África y América Latina, la infancia sufre cada vez más los efectos conjuntos de la deuda y de políticas de ajuste económico poco acertadas". Se estima que 80 millones de niños de entre 10 y 14 años realizan trabajos excesivos. La mayoría de ellos se dedica a la agricultura, pero también muchos son vendidos como esclavos.

Forzados también por los adultos, "unos 200.000 menores de 15 años hacen la guerra y son utilizados para abrir corredores en campos de minas", denuncia una vez más Unicef, sin que hasta ahora nadie haya hecho nada por evitarlo.

Aunque Unicef centra su informe en los países en vías de desarrollo, destaca que Estados Unidos no es el único caso en el mundo industrializado donde la pobreza ha recuperado terreno, para citar luego a Canadá, Alemania, Irlanda y Reino Unido. En este país la proporción de niños viviendo en familias con ingresos por debajo de la mitad de la media nacional se ha duplicado en una década, pasando del 12% registrado en 1979 al 26% con que se ha iniciado la década de los 90.

La Europa del Este también se enfrenta a una realidad económica perjudicial para la infancia. Así, por ejemplo, la liberalización de precios en Hungría ha supuesto una reducción del consumo de leche y carne. Además, hay que añadir también el deterioro del medio ambiente, sobre todo en algunas regiones de Polonia, Checolosvaquia, la antigua RDA y la Unión Soviética. "El asma infantil, las infecciones respiratorias, las alergias, se están incrementando", se afirma en el informe. Unicef cree necesaria una inversión anual de 200.000 millones de dólares de aquí hasta el año 2000 para reducir la mortalidad infantil en el mundo y la tragedia que padecen diariamente millones de niños.

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