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Fernando Trueba

El sueño teatral de un director de cine

"Me considero un ignorante en teatro: he ido pocas veces y he sido un malísimo espectador. Pero está resultando apasionante la experiencia de mi primer pinito teatral", afirma Fernando Trueba, que debuta el próximo viernes como director teatral con la obra El trío en mi bemol, único texto escrito expresamente para el teatro por otro cineasta, el francés Eric Rohmer. La traducción y adaptación es del propio Trueba; la escenografía, de Gerardo Vera, y Silvia Munt y Santiago Ramos son los intérpretes de esta obra que estará un mes en cartel en el teatro María Guerrero de Madrid."Soy un cinéfilo empedernido porque el cine es lo más importante de mi vida, es mi forma de relacionarme con el mundo, y aunque no hiciera películas me pasaría la vida viendo, hablando y escribiendo de cine", explica como si tuviera que justificarse a sí mismo esta momentánea traición al cine en favor del teatro.

Pero, curiosamente, Trueba, que ya lleva una década y seis películas como realizador cinematográfico desde que se estrenó con un título que le venía como anillo al dedo, Ópera prima, cuenta que de niño lo primero que escribió fue una obra teatral sobre los caballeros de la mesa cuadrada.

"Cuando hace unos meses me propusieron debutar como director de teatro con un texto de Rohmer, que es un cineasta que me gusta, pensé: 'qué buena oportunidad". Dicho y hecho. Eso sí, puso como condición elegir a los actores, porque "Silvia Munt fue quien me descubrió en Sal gorda lo que era dirigir a un actor; antes sólo los manipulaba. En cuanto a Santiago Ramos es alguien como de la familia, y me salen papeles para él de una manera natural". Con Gerardo Vera también se siente a sus anchas: "Es más listo que el hambre y muy artista, además es muy amigo mío y un cómplice perfecto, porque tenemos muchos gustos comunes".

Si bien Trueba dice no ser un forofo del teatro, reconoce que sus películas no están muy alejadas del mismo "porque el diálogo de los personajes es para mí tan importante como la imagen y también el trabajo con los actores".

El trío en mi bemol, título que hace referencia a la obra de Mozart, cuenta la historia de una pareja que en una época vivieron juntos y ahora están separados. Después de un año, ella vuelve a la casa de él y le hace confidencias sentimentales. "En mi versión he intentado que el público se identifique con los personajes. No son castizos, pero, ahora, tampoco son franceses. La obra cuenta ese juego de estrategias amorosas en que normalmente se dicen unas cosas, pero se piensan otras", explica.

Si tras El sueño del mono loco, su ópera última, Trueba se ha embarcado durante los últimos cuatro meses en su primer sueño teatral, el próximo que está a punto de convertir en realidad es el sueño de muchos realizadores: irse a Estados Unidos para rodar su nueva película, Twomuch (Dosmasié), basada en la novela de Donald Westlake. "Voy a seguir haciendo comedias, porque es maravilloso hacer reír a la gente, y es el trabajo más dificil, porque al ser un riesgo sufres más y siempre estás haciendo piruetas sin red". En cuanto a repetir como director teatral, le sale enseguida su vena cinematográfica: "No lo sé, depende del éxito que tenga con ésta. Lo que sí me ha ocurrido es que he empezado a escribir un guión para el cine que tiene relación con esta experiencia: trata de dos actores que se conocen para hacer una obra teatral".

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