'Squatters' en Berlín

Imaginamos que el mecanismo funciona siempre igual en el mundo informativo: se silencian de manera consciente o no los datos que hablan a favor de una de las partes, se juega con los restantes y se crea así una apariencia de objetividad que ya sólo puede ser sesgada. En el caso del desalojo cuasi militar de los ocupantes de la Mainzerstrasse, sin embargo, los datos silenciados los conoce todo Berlín: la ocupación fue pacífica desde el primer momento, hasta la llegada de la policía, estando incluso los ocupantes bastante bien integrados en el vecindario; se desalojaron 13 casas, aun cuando sólo los propietarios de una de ellas habían interpuesto denuncia, mientras que los antiguos propietarios expropiados se habían declarado contra el desalojo; los ocupantes y los representantes democráticos del distrito insistieron en la necesidad de negociar antes de llegar al enfrentamiento, a lo que el SPD preelectoral hizo caso omiso; en esta ciudad hay 25.000 viviendas vacías, mientras que la mayor parte de la población no puede pagar los alquileres que imponen las inmobiliarias desde que se habla de convertir a Berlín en capital; y, por último, esta ciudad no sería reconocible sin el tejido social y cultural que han creado las ocupaciones en los últimos 10 años.-