Los comunistas triunfan en las elecciones serbias
Slobodan Milosevic, candidato del Partido Socialista Serbio (comunista) y actual presidente de la república, ha triunfado en las primeras elecciones -presidenciales y parlamentarias-, celebradas el domingo pasado en Serbia. Los primeros resultados elaborados por la comisión electoral señalan que Slobodan Milosevic se había adjudicado más del 60% de los votos, mientras que Vuk Draskovic, el escritor nacionalista, considerado su principal adversario, apenas alcanzaba el 20%. Hoy se esperan los resultados definitivos, pero la tendencia electoral ya está clara. Según los primeros resultados, los comunistas obtuvieron en la primera vuelta 100 de los 250 escaños parlamentarios e iban a la cabeza en el resto de los distritos."Los comunistas obtendrán al menos un 60% de votos para el Parlamento", ha comentado Zoran Djindjic, el número dos del Partido Democrático. Según Djindjic, entre 15 y 18 candidatos de su partido disputarán la segunda vuelta. Los resultados obtenidos ayer indican que la oposición obtuvo menos de medía docena de escaños en la primera vuelta.
Boicoteo albanés
De los 6,7 millones de electores serbios, más de un 80% acudió a las urnas mientras que los albaneses en la provincia autónoma de Kosovo boicotearon masivamente las elecciones, al no reconocer la nueva Constitución serbia. En varias de las 34 circunscripciones en Kosovo, donde no acudió más del 50% del electorado, las elecciones se repetirán. Pero ahí los comunistas tienen garantizada su victoria, es decir, el voto serbio, ya que los partidos de oposición presentaron poquísimos candidatos en la provincia meridional.La noche del domingo al lunes, en la sede del Partido Democrático, donde acudieron todos los líderes de la oposición, reinaba un silencio sepulcral. El recuento de votos efectuado por los fiscales del partido en las distintas regiones de Serbia indicaba un serio revés.
"Será posible que sólo Serbia quedará comunista", resonaba en los pasillos. Sin embargo, el resultado electoral indica que la oposición olvidaba, o no quería reconocer, que los candidatos opositores eran reconocidos por un reducido grupo de los electores y de la opinión pública. Según los observadores políticos, el Partido Socialista Serbio no permitió a la oposición una adecuada campaña electoral en la televisión, de manera que cada partido tenía derecho sólo a una hora y media, por una sola vez, para presentarse a los electores, mientras que en el telediario que precedía a la presentación los locutores desprestigiaban a la oposición, amenazando a los electores. Situación similar reinó en el diario Politika, el de mayor circulación en Serbia.
Por otra parte, los discursos nacionalistas anticomunistas de Vuk Draskovic atemorizaron a los votantes, quienes, como señala Dragan Vesilinov, dirigente del Partido Popular Campesino, optaron a favor de la seguridad y del statu quo.
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