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Una pesada cruz

Casi con tanta frecuencia como el Estatuto de Gernika, sobre la mesa de negociaciones entre peneuvistas y socialistas aparece otro documento, el programa electoral del PSE-PSOE para las primeras autonómicas vascas de 1980. Pero no es el partido responsable de su redacción el que lo utiliza profusamente sino su interlocutor en las conversaciones.El programa autonómico de 1980 es una pesada cruz que los socialistas vascos arrastran en los últimos tiempos, casi con tanta resignación como aquella fotografía de sus dirigentes sujetando el derecho de autodeterminación de Euskadi en forma de pancarta durante una manifestación. Carlos Garaikoetxea se pasó la campaña electoral de octubre con el texto del programa del PSE en la mano, para justificar las reivindicaciones de Eusko Alkartasuna y pedir a los socialistas un retorno a sus posiciones "consecuentemente autonomistas" de hace 10 años.

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La lucha por el poder económico pone en peligro la negociación entre PNV y PSOE

Ahora es el PNV el que ha acudido al archivo. Sus negociadores sacan el programa rival cada vez que el PSE-PSOE tacha de excesivas sus interpretaciones del Estatuto, un programa en cuyo apartado económico colaboró Carlos Solchaga, entonces consejero de Economía en el País Vasco.

Los socialistas vascos pedían "la creación de una Banca Oficial del País Vasco", lo mismo que ahora quiere el PNV. En materia de Seguridad Social, el PNV recuerda que los socialistas defendieron hace 10 años: "Se debe prever la creación de una Tesorería General del País Vasco, como caja única, en donde al mismo tiempo que unifique los recursos tenga a su cargo los servicios de recaudación y pago". Para los socialistas, ese programa "ha prescrito y está proscrito".

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