Redondo: "Nunca más me fiaré de Antonio Gutiérrez"

El secretario general de UGT, Nicolás, Redondo, declaró ayer que "nunca más" se fiará del máximo dirigente de CC OO, Antonio Gutiérrez, aunque reconoció que está obligado a llegar a acuerdos conjuntos en defensa de la Propuesta Sindical Prioritaria. El líder ugetista indicó que la renuncia de la patronal CEOE a una referencia salarial en la próxima negociación colectiva es una "medida inteligente" que facilitará el diálogo con los empresarios.

Nicolás Redondo señaló a la agencia Efe que las diferencias surgidas con CC OO en las elecciones sindicales influirán "sin duda" en la negociación colectiva y criticó la elaboración, por parte de Comisiones, de un documento en el que se plasman las condiciones para una plataforma conjunta, "que no deja lugar al consenso entre los dos sindicatos, por su excesivo detalle".También afirmó que el Ejecutivo se adentraría en "una senda muy peligrosa e impropia de un Gobierno socialista", si el Ministerio del Interior limita los derechos de huelga y manifestación con la norma que actualmente prepara a causa del paro en el transporte por carretera.

El máximo responsable ugetista repasó las elecciones sindicales, donde la victoria de UGT es a su juicio "irreversible", producto, según sus datos, de los 93.160 delegados de su central registrados hasta el pasado 7 de diciembre, frente a los 78.913 de CC OO, una diferencia superior a los 14.000 representantes.

Como réplica a las acusaciones de fraude por parte de Comisiones Obreras reveló que hasta el momento es superior el número de delegados no computados de este sindicato -1.256- que los de UGT -1.004- Redondo aseguró que estas descalificaciones fueron una práctica empleada ya en otros comicios y que responden a "un discurso antiugetista", personalizado por Antonio Gutiérrez, por el que "va a pagar un alto precio personal".

La normativa electoral, para Redondo, es "una injuria a los sindicatos y al sentido común" y constituye el origen de todos los problemas, por permitir un proceso muy largo en el tiempo y por "ser propia de un país tercermundista". "Si esta norma fuera el reflejo de España, apaga y vámonos", añadió.

El secretario general de UGT cree "muy difícil" negociar un acuerdo interconfederal con los empresarios, porque "no estamos dispuestos a aceptar una política salarial determinada y establecer un diálogo a cambio de algo". Pese a que considera "probable y deseable" llegar a pactos sectoriales con los empresarios, Redondo reiteró las dificultades de la próxima negociación colectiva por la preocupación que despierta el Gobierno con "su táctica de poner un valladar a los salarios".

La UGT abogará en la próxima negociación colectiva del año 1991 por subidas salariales en torno al 9%, atendiendo. a una política de crecimiento moderado de los sueldos y a una previsión de inflación "realista, que puede estar entre el 6,8% y el 7%, según sus estimaciones.

También es pesimista al opinar so re as pocas posibilidades de llegar a acuerdos con el Gobierno en la segunda fase de la concertación porque el Ejecutivo, a su juicio, pretende unir cuestiones como los fondos de inversión o el incremento de la cobertura de desempleo al llamado pacto de competitividad. Dijo que este acuerdo, que el presidente del Gobierno insiste en abordar, es "en todo caso el resultado último de negociar todas y cada una de las reivindicaciones de la Propuesta Sindical Prioritaria", elaborada por UGT y CC OO y la mitad aún pendiente de ponerse en práctica.