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Entrevista:

Draskovic: "Yugoslavia debe superar los odios y los conflictos"

El líder del Movimiento para la Renovación Serbia afirma que los comunistas han destruido todo

Vuk Draskovic, de 44 años, escritor, autor de varias novelas sobre la matanza efectuada contra el pueblo serbio durante la II Guerra Mundial, es el adversario principal, entre 32 candidatos, del comunista Slobodan Milosevic en las primeras elecciones libres en Serbia, la mayor de las seis repúblicas de Yugoslavia. A primeras horas de hoy, Draskovic admitió la posibilidad de que el triunfador era el candidato comunista.

Draskovic, dirigente del partido nacionalista Movimiento para la Renovación Serbia, ha logrado arrebatar el apoyo popular a Milosevic utilizando sus mismos métodos: populismo, demagogia y amenazas nacionalistas.Su nombre en serbocroata significa lobo. Es un personaje peculiar en el escenario político yugoslavo. Con pelo largo y la barba mal cortada, siempre sin corbata y con pinta mesiánica, ídolo de la juventud que en él percibe la rebeldía, parece tener dos caras. Cuando se dirige a las masas es explosivo, encendido, intolerante y a veces beligerante.

Pregunta. ¿Qué va a renovar su partido?

Respuesta. La democracia, la tradición cultural del pueblo serbio, la religión, la economía, la propiedad privada. Los comunistas han destruido todo.

P. Como presidente, ¿cuáles serían sus primeros pasos?

R. Destronaría las injerencias de zar que la Constitución serbia otorga al presidente. Devolvería el poder al Parlamento. Comenzaría las negociaciones para que Yugoslavia supere los odios y los conflictos. Invitaría inmediatamente al señor Tudjman [presidente de Croacia] para conocerle y comenzar las negociaciones. Se mantenga o no Yugoslavia como nación, los serbios y los croatas serán siempre vecinos.

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P. ¿Existirá Yugoslavia dentro de seis meses?

R. Sí, si el problema entre los serbios y los croatas se resuelve de una manera razonable y se establecen las bases para una relación sólida entre los dos pueblos más grandes de Yugoslavia.

P. ¿Qué medidas tomaría usted en Kosovo?

R. Negociaría con los representantes de la mayoría del pueblo albanés. No es negociable la pertenencia de Kosovo. Sobre este tema no hay discusión. Otros temas sí se pueden discutir.

P. ¿Qué se propone hacer en la economía?

R. La economía serbia está literalmente destruida. Nosotros estamos a favor del mercado libre y la propiedad privada. Esperamos la entrada del capital extranjero. Pero es importante que prevalezca la paz y la razón.

P. En el congreso de su partido, usted habló de la alianza entre serbios, rusos, búlgaros, rumanos y griegos en una especie de Bizancio oriental...

R. Como escritor, pensaba que en una Europa unida podía existir una alianza de los países ortodoxos democráticos.

P. ¿Significa esto que los católicos y los ortodoxos no pueden vivir en un mismo país?

R. En absoluto significa eso. La ortodoxia fuerte -destruida con la revolución comunista de 1917- sería un socio digno de la Iglesia católica. Esperamos unir a los cristianos occidentales con los orientales, tal como estaban antes de la división. Es el ideal de todos los cristianos. Muchos conflictos en Europa y en Yugoslavia son consecuencia de la división de la Iglesia.

P. Varios popes se encuentran en la dirección de su partido. ¿Qué tipo de relación propone entre la Iglesia y el Estado?

R. El Estado no se metería en los asuntos de la Iglesia; ni la Iglesia en los del Estado. La Iglesia representa un ala del pueblo serbio y el Estado otra. Si se destruye un ala, el pájaro cae.

P. ¿Cuándo dejó la Liga de los Comunistas serbios?

R. En 1982. Nunca he creído en el comunismo. Esperaba el momento para abandonar esta secta de los jesuitas. Entré al partido, como la mayoría de la gente, por necesidad.

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