Un fiscal liberal e inflexible con la corrupción
Luis Portero, fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía desde su puesta en funcionamiento hace año y medio, se ha labrado una imagen de persona liberal pero inflexible a la hora de aclarar cualquier indicio de corrupción, sea quien sea el responsable.Madrileño de 49 años, Luis Portero es una persona abierta, de maneras amables y muy receptivo con los periodistas. Su talante estricto ha provocado cierto malestar entre algunos colectivos de la jurisprudencia, especialmente jueces y forenses. El pasado mes de julio, a propuesta suya, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) decidió suspender de empleo al magistrado de la Audiencia de Granada, José Cáliz Covaleda, por prestar favores a un abogado de Jaén que fue detenido por su presunta vinculación con una banda de narcotraficantes desarticulada en Loja (Granada).
Empeños difíciles
El revuelo provocado entonces no estuvo finalmente en proporción con el resultado de las pesquisas. Según la investigación, José Cáliz no percibió dinero alguno por los favores hechos al abogado, por lo que su conducta no se pudo tipificar penalmente. No obstante, Portero pidió al CGPJ que sancionara al magistrado por una falta disciplinaria muy grave que podría llevar aparejada incluso la separación de la carrera. La resolución final no se ha adoptado aún, pero el CGPJ autorizó a Cáliz a volver a su trabajo.Portero también abrió una investigación contra los forenses de Granada porque supuestamente cobraban el embalsamamiento de los cadáveres. El expediente, sin embargo, no ha prosperado ya que los forenses son los únicos profesionales autorizados para embalsamar los cadáveres y no han cobrado nada por este concepto.
Estas iniciativas han originado que determinados jueces descalifiquen en privado al fiscal Jefe. La actuación de Luis Portero contra los ayuntamientos implicados en el supuesto fraude del subsidio agrícola ha renovado la sorpresa de un sector de la judicatura de Granada ante su nuevo empeño en depurar conductas de difícil imputación penal.
Luis Portero estuvo destinado antes en las fiscalías de Barcelona, Las Palmas y Málaga.
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