La URSS devolverá la ciudadanía a los judíos emigrados

Los judíos emigrados de la URSS podrán recuperar la cidadanía soviética y volver al país si así lo desean, según declaró en Ginebra Nikolái D. Smirnov, director del departamento de Cooperación Internacional y Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS.Desde la II Guerra Mundial, 1,2 millones de personas, en su mayoría judíos, han abandonado la Unión Soviética para residir permanentemente en el extranjero. En los nueve primeros meses de este año, 335.000 soviéticos perdieron por la misma razón su ciudadanía; 303.000 eran judíos, 176.000 fueron acogidos por Israel; 100.000, por la RFA; 20.000, por Grecia, y 7.000 fijaron su residencia en Estados Unidos.

Según Smirnov, que desde el pasado día 4 asiste al seminario que, bajo el título Migraciones Sur-Norte, ha realizado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la restauración de la ciudadanía es uno de los derechos contemplados en la ley de migraciones que estos días presentarán el Ministerio de Asuntos Exteriores y una comisión de juristas al Sóviet Supremo para su aprobación definitiva.

"Es una ley que recoge el espíritu de la nueva Europa, el respeto a los derechos humanos y a la libre circulación", manifestó el político soviético, quien en todo momento desestimó las previsiones que apuntan hacia una salida masiva de ciudadanos soviéticos una vez abolidas las restricciones fronterizas. "Sólo son especulaciones. En mi opinión, no habrá más de 500.000 salidas anuales", a lo que añadió: "Aun siendo necesaria una nueva legislación sobre migraciones interiores, el flujo de una república a otra, así como el número de solicitudes, sigue siendo el habitual".

Protestas contra Gorbachov

Por otra parte, la conferencia que reunió ayer en Moscú a 3.000 directores de empresas estatales, se convirtió en una protesta conservadora contra la perestroika, donde los participantes llegaron a acallar con sus gritos al presidente Mijaíl Gorbachov. Los delegados hicieron una serie de reclamaciones sobre el mal funcionamiento de sus empresas y acusaron al régimen de libertades como la causa de todos los males y pidieron a Gorbachov mano dura, informa Efe.Uno de los delegados calificó la perestroika como "un crimen contra el pueblo". En la información difundida por la agencia Tass, se dice que la intervención del jefe del partido comunista de Rusia, Ivan Polozhkov, conocido partidario de las tesis neoestalinistas, fue incluso de las más moderadas.