La caída del crecimiento económico impedirá reducir el paro en la CE durante 1991 y 1992
La economía crecerá un 2,25% en 1991 y un 2,5% en 1992, según las previsiones de la Comisión Europea adoptadas ayer por el Consejo de Ministros de Finanzas de la CE celebrado en Bruselas. Este recorte de más de medio punto sobre los cálculos efectuados hace unos meses impedirá continuar "la reducción del desempleo". La subida del petróleo por la crisis del Golfo y la recesión en Estados Unidos son los factores causantes de esta desaceleración de la actividad económica.
Los Doce decidieron respaldar las ideas básicas del proyecto de estatutos del futuro Banco Central Europeo elaborado por los gobernadores de los banco centrales y que será la pieza maestra de la futura unión monetaria.Carlos Solchaga no asistió ayer al Consejo de Ministros de Finanzas y Economía de la CE, como tampoco a la reunión informal de los Doce, celebrada el domingo en Milán. En su ausencia la delegación española estuvo presidida por el secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez. Aunque el ministro tenía inicialmente previsto acudir a las dos reuniones de la Comunidad, al final suspendió el viaje por "petición expresa del presiente del Gobierno, Felipe González, que quería contar con el en el encuentro mantenido con los líderes de la oposición para explicarles la unión económica y monetaria, la crisis del Golfo y la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa celebrada recientemente en París", según explicó una portavoz de Economía. "No está en su mente dimitir", añadió esta fuente oficial.
El Consejo de Finanzas de ayer convalidó los principios de acuerdo alcanzados el domingo en la reunión informal de Milán. Las previsiones sobre el crecimiento de la economía se basan en un escenario de 25 dólares por barril de petróleo, según explicó el vicepresidente de la Comisión Europea, Henning Christophersen. El hecho de utilizar como referencia de este coste básico la previsión más favorable refleja la convicción de que la crisis provocada por Irak, por una vía u otra, será resuelta pronto.
El proyecto de estatutos elaborado por los gobernadores de los bancos centrales recibió ayer un respaldo político de los Doce, incluido el Reino Unido, que, no obstante, sigue manteniendo su oposición a la creación de una moneda única.
Los principios básicos del futuro sistema europeo de bancos centrales es que tendrá la responsabilidad total de la futura política monetaria única. El primer objetivo será la estabilidad de los precios y la prohibición de recurrir a emisiones de moneda para financiar el déficit público.
La falta de acuerdo se centra en si será el Banco Central Europeo, o los ministros, los responsables de fijar las tasas de cambio. Este tema tendrá un definitiva importancia en la tasa de equivalencia de la futura moneda única respecto a monedas exteriores como el dólar o el yen. En el proyecto de estatutos, a juicio de algunos países y de la Comisión Europea, ofrece una laguna sobre las competencias que asumirá el banco durante la segunda fase de preparación para la unión monetaria
Por otra parte, Alemania levantó ayer sus reservas sobre el régimen de control para el pago del IVA de los productos comprados a otros países de la CE partir de 1993, cuando el concepto de importación y exportación dejará de existir por definición dentro del mercado único. El pasado día 19 de noviembre el acuerdo fue imposible por la reserva alemana ante la exigencia española de poder identificar, tanto al proveedor como al cliente, para evitar el fraude Fiscal. La posibilidad de contar con datos completos fue finalmente aceptada, aunque el acuerdo está pendiente de materializarse por una petición de tiempo británica.
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