Un tenebroso precedente
Hace casi 60 años que Alemania votó unida por última vez. La década de los treinta trae malos augurios para la Alemania de Weimar. El crash de 1929 se hace sentir fuertemente en la ya de por sí hipotecada economía y la continua agitación social se enseñorea del país. En las elecciones del 31 de julio de 1932, el hasta entoces marginal Partido Nacionalsocialista se hace con la victoria en las elecciones generales. Los nazis consiguen cerca de 14 millones de votos y 230 diputados en el Relchstag.El triunfo nazi, sin embargo, es sólo relativo y muy alejado de la mayoría necesaria para gobernar. Los partidos tradicionales, y especialmente la izquierda -socialdemócratas y comunistas-, consiguen una considerable presencia en el Relchstag.
Las fuerzas de choque del partido nazi, las siniestras SA, desatan una ola de violencia contra socialdemócratas y comunistas. El canciller Von Papen declara el estado de guerra. El presidente Hinderiburg se opone a la elección del líder del Partido Nacional socialista, Adolfo Hitler, como canciller. Von Papen, finalmente, disuelve el Parlamento y convoca nuevas elecciones generales, que tienen lugar el 6 de noviembre de 1932.
Las huestes de Hitler sufren un severo retroceso, al perder cerca de tres millones de votos, y avanza la derecha tradicional y los comunistas, aunque la dispersión del voto entre innumerables partidos impide la formación de Gobierno.
Canciller
A principios de 1933, Hitler, cubriéndose de una momentánea piel de cordero, consigue ser nombrado canciller de un Gobierno aún dominado por la derecha tradicional y en el que figura el propio Von Papen, a condición de que se celebren elecciones generales el 5 de marzo de 1933. El 30 de enero de 1933, Hitler forma un Gobierno compuesto por nacionalsocialistas, nacionalistas, independientes y católicos.
En dos meses, desde el poder y ya desprovistos de la piel de cordero, los nazis lanzan una campaña de violencia e intimidación para hacerse a toda costa con la mayoría en las elecciones del mes de marzo, pero tampoco lo consiguen, pese a alcanzar el 43,9% de los votos y 288 escaños de los 647 que integran el Reichstag.
El Popular Nacional Alemán, la derecha tradicional, es el gran perdedor, al conseguir tan sólo un 8% y 52 escaños, pero socialdemócratas y comunistas se hacen con un 18,3% y un 12,1% de los votos, respectivamente.
Hitler, pese a no conseguir la mayoría absoluta, sigue contando con el apoyo de Von Papen y se hace con la cancillería.
El 14 de julio de 1933, el Partido Nacionalsocialista queda declarado partido único. El 12 de noviembre de 1933 se celebra un referéndum para ratificar la política nazi, al tiempo que se escenifican unas nuevas elecciones al Parlamento, a las que ya sólo acude el partido nazi, que consigue 39.626.647 votos de los 42.975.007 votos emitidos.
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