La M-40 trasladó los atascos a la carretera de Valencia

El nuevo tramo de la M-40, inaugurado el jueves en la periferia sur de Madrid, ha supuesto el traslado de los atascos desde las carreteras nacionales IV y V (Andalucía y Extremadura) y la 401 (Toledo), hasta la N-III (Valencia), según se desprende de los primeros análisis de la circulación realizados en la mañana de ayer en los accesos de la capital.Un portavoz de la Dirección General de Tráfico declaró que muchos automovilistas han utilizado el nuevo tramo de la M-40 para acceder a Madrid por la N-III, que habitualmente no tenía problemas de tráfico, desde las carreteras de Toledo, Andalucía y Extremadura. Por esta razón, ayer se produjeron en la de Valencia más retenciones de las habituales.

El tramo en sí recién inaugurado no registró ayer ningún problema en el primer día de funcionamiento, aunque en los accesos a la carretera de Valencia se produjeron algunas retenciones. El nuevo tramo fue utilizado fundamentalmente por conductores de vehículos pesados, evitando así su paso por la capital.

El tráfico fue ayer más suave en el centro de la ciudad que el del jueves, pero no así en las carreteras de circunvalación, aunque en el gabinete municipal de tráfico advirtieron que tales datos no se pueden relacionar directamente con la apertura del nuevo tramo, pues los viernes son días muy distintos a los del resto de la semana.

El Ministerio de Obras Públicas cambiará la señalización semafórica para que los vecinos de Perales del Río puedan tener acceso directo a Villaverde, y se mantendrán las paradas de autobuses. La decisión se tomó una vez que 100 vecinos protestaran por el aislamiento en el que les dejaba la nueva M-40.