Descubiertos 60 kilos de cocaína en las paredes de un chalé

Viene de la página 1Los encargados del caso descubrieron que las oficinas de la organización de traficantes estaban instaladas en un chalé en el número 7 de la calle de Las Mimosas, en Aravaca, en el distrito de Moncloa. La costarricense Flor Aydé Lancheros Quiñones, de 34 años, era la presunta responsable de la contabilidad.

La policía se incautó en dicho chalé de los libros de la banda y comprobó que estaban escritos en clave. Ahora, tras estudiarlos mediante un programa informático, ha logrado descifrarlos en parte. Gracias a eso, los agentes comprobaron que en los movimientos comerciales de la red había un hueco de 60 kilos de cocaína, que no aparecían por ningún lado.

Convencidos de que la droga estaba oculta en alguno de los seis pisos de la organización, los especialistas antinarcóticos fueron al chalé 190 del complejo Piedras Vivas, en Villanueva de la Cañada. "Tras golpear los techos y las paredes", dice uno de los responsables de la operación, "descubrimos unos huecos existentes junto a las cajas de las persianas de un dormitorio de la segunda planta, y allí estaban los 60 paquetes de cocaína prensada que faltaban".

Los grupos tercero y cuarto del Servicio Central de Estupefacientes iniciaron esta ofensiva el pasado día 16 tras detener en la estación Sur de autobuses a tres colombianos que se disponían a viajar a Málaga con 140 millones de pesetas destinados a ser lavados. A continuación fueron descubiertos 123 kilos de cocaína escondidos en un armarlo de un chalé de la urbanización El Tomillar, en Las Rozas.

Días más tarde, los mismos agentes hallaron otros 50 kilos de la misma sustancia ocultos dentro de un armarlo de otro chalé en la urbanización Piedras Vivas, en el término de Villanueva de la Cañada, a unos 25 kilómetros de la capital. Unas horas después fueron decomisados 20 kilos más en el maletero del coche de Jairo Muñoz, presunto miembro de la banda.

El cerebro

El joven Francisco Javier Mora, que residía en un piso de la avenida de España, en Las Rozas, está considerado por el Servicio Central de Estupefacientes como el presunto cerebro de la organización. Fuentes de la investigación explicaron: "Mora era quien controlaba y dirigía todo, mientras que el resto de los detenidos sólo sabían lo que ellos hacían. Había unos que se encargaban de alquilar los pisos, otros que distribuían la mercancía y otros que se encargaban de transportar el dinero fuera de Madrid".

Algunos de los detenidos habían llegado a España desde Colombia para encargarse personalmente de la distribución de la droga. Los jefes de los carteles colombianos no se fíaban de los colaboradores españoles por pensar que entre ellos pudiera haber algún infiltrado de la policía.

Por otra parte, la policía detuvo ayer en un control rutinario a una ecuatoriana de 30 años cuando se encontraba en la estación Sur de autobuses. En su maleta con doble fondo fue encontrado un alijo de cinco kilos de cocaína que presuntamente se disponía a trasladar a Valencia.