La caída de Thatcher devuelve el impulso a los conservadores británicos

La salida de Margaret Thatcher del número 10 de Downing Street -la residencia oficial del primer ministro del Reino Unido, en la que ayer comenzó la mudanza de las pertenencias de su inquilina durante los últimos 11 años- ha provocado simultáneamente la entrada de los conservadores como favoritos ante unas eventuales elecciones legislativas. Cualquiera de los tres hombres que se disputan el legado de la dama de hierro dentro de su propio partido -Michael Heseltine, Douglas Hurd y John Major- conseguiría derrotar ahora al líder laborista, Neil Kinnock, según varias encuestas de opinión.De acuerdo con sondeos que publican hoy los periódicos dominicales británicos, Heseltine es el candidato mejor colocado frente a los laboristas, a quienes sacaría entre cinco y nueve puntos. John Major le sigue en preferencias y batiría a Kinnock por un mínimo de dos y un máximo de ocho puntos. El actual ministro de Exteriores, Douglas Hurd, es el que cuenta con menos preferencias, aunque ganaría a los laboristas. A Margaret Thatcher, a la crónica de su reinado, están dedicadas cuatro páginas del suplemento Domingo, que incluye también un perfil de Heseltine. Y las variantes europeas de la receta económica favorita de la primera ministra -las privatizaciones- son analizadas pormenorizadamente en las páginas de Negocios.