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UGT anuncia "acciones contundentes" contra la reconversión

MARIFÉ MORENO, Dirigentes de la Federación Estatal Minera de UGT han anunciado el pasado fin de semana en León que a partir del próximo mes de enero se llevarán a cabo "acciones contundentes que hagan entrar en razón al Gobierno" en relación con el plan de reconversión minera en empresas no sujetas a contratos-programa, que contempla hasta 1993 la pérdida de más de 4.000 puestos de trabajo directos en el sector.

La estrategia de las movilizaciones, que pueden adoptar formas diferentes a las tradicionales para tratar de evitar un resultado similar al de la última huelga minera británica, se definirá tras las elecciones sindicales en un comité federal monográfico. "El panorama minero español es desolador y puede desembocar en graves conflictos sociales", ha señalado Eusebio Alcaraz, coordinador del gabinete técnico de la UGT. "La ausencia de planificación en el sector ha originado la grave crisis en la que se encuentra inmersa la minería española y sólo un cambio rápido en la política minera aplicada puede paliar las repercusiones desastrosas de la política liberal desarrollada", matizó Alcaraz.La naturaleza del negocio minero y su soporte legal, tanto en la Constitución como en la ley de Minas y la ley de Fomento de la Minería, obliga a la Administración a responsabilizarse en la gestión de estos recursos públicos y por tanto su tratamiento no puede ser igual que el aplicado en otros sectores industriales. Estas manifestaciones fueron hechas por responsables del sindicato en el transcurso de las primeras jornadas sobre Evolución de la minería y sus perspectivas, organizadas el pasado fin de semana en León por la Federación Estatal Minera de UGT.

Este sindicato prevé "una fuerte contestación social", al plan de reconversión minera. Para UGT, el balance del sector desde 1982 es "más que preocupante". Según datos de este sindicato, en el conjunto de la minería española se han perdido desde entonces 13.000 puestos de trabajo directos, que con el empleo inducido hacen 28.600 puestos desaparecidos, lo que ha afectado a un conjunto de unos 115.000 ciudadanos. Las inversiones se han reducido en el último quinquenio en un 7% en términos reales, disminuyendo las de la minería no energética en un 13%.

Asimismo se ha producido un cambio de tendencia en las tasas de crecimiento anual de la producción minera. En el sesenio 1977-1982 la minería crecía a una tasa media anual del 6%, mientras que entre 1983 y 1988 ha decrecido en el 1,8% anual.

Para Enrique García, director general de Minas, el plan de reconversión se ha "dramatizado" en exceso por los sindicatos y, aunque reconoce que van a desaparecer unos 4.600 empleos directos en una primera fase, seña la que se trata tan sólo de un ajuste del sector minero a la "realidad".

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