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Fracasa la primera jornada de protesta contra la política económica de Menem

El estilo cívico-militar que el presidente de Argentina, Carlos Menem, impone a su Gobierno logra demoler hasta la resistencia de los sindicatos peronistas. Las organizaciones gremiales sobre las que el general Juan Perón fundó su movimiento y que sobrevivieron, durante su exilio, a dictaduras y ataques de todo tipo no pueden reaccionar contra Menem. El líder de la desintegrada Confederación General del Trabajo (CGT), Saúl Ubaldini, que montó 13 paros generales contra el Gobierno del radical Raúl Alfonsín, convocó ayer una jornada nacional de protesta contra el plan económico, que tuvo escaso eco.

La llamada Jornada Nacional de Protesta, convertida en el último momento por los sindicatos organizadores en Jornada Nacional de Propuesta, para disimular el fracaso del paro y la concentración, dejó en agonía el liderazgo opositor que ejercía Ubaldini. La retirada de la poderosa Unión Obrera Metalúrgica, que conduce el capo Lorenzo Miguel, a sólo 48 horas de la "huelga y movilización", resultó decisiva.Miguel se ha refugiado en las 62 Organizaciones -el brazo político de los sindicatos peronistas- y desde allí promueve la unidad del movimiento obre,-o y el diálogo con el Gobierrio de Menem para intentar camblar desde dentro la polítiea económica que desarrolla el presidente.

Ubaldini habló ante unas 15.000 personas y criticó duramente la política de privatizaciones y la reforma del Estado iniciada por el Gobierno. La multitud insultó al presidente Carlos Menem y ante la Pirámide de Mayo, el centro de la plaza, un manifestante colgó un cartel en el que se leía: "Menem, traidor". Poco antes de que se iniciara el discurso del secretario general de la CGT una columna de trabajadores se enfrentó con un grupo de manifestantes que llevaban una bandera de apoyo al coronel Mohamed Afl Seineldín, cabecilla de los sectores de ultraderecha del Ejército de Tierra.

Grupos sueltos

Poco después la policía detuvo a una persona armada con una navaja y se enfrentó con los manifestantes que intentaron rescatarle. Los principales sindicatos no movieron sus "aparatos" y la plaza reunió a grupos sueltos y diversos, entre los que había militantes de diversos partidos políticos y de organizaciones defensoras de los derechos humanos que habían acompañado, a primeras horas de la tarde, la habitual ronda de los jueces que realizan las Madres de la Plaza de Mayo. "Las empresas públicas son del pueblo", dijo Ubaldini, y propuso el sistema de cogestión antes que la venta a inversores privados.El fracaso de la jornada fue considerado por los funcionarios del Gobierno como un éxito personal del presidente Carlos Menem, que intervino en la disputa interna de los sindicatos y logró desarmar la alianza que Lorenzo Miguel tenía con Saúl Ubaldini.

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