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GENTE

Jaled Abdel Nasser

El hijo del líder egipcio se enfrenta a la pena de muerte

Ángeles Espinosa

Niega su vinculación con el terrorismo y para probarlo regresó a su país el pasado junio, cuando ya estaba en marcha un juicio que puede condenarle a la máxima pena. Jaled Abdel Nasser, el hijo mayor del fallecido presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, está acusado de financiar y proveer de armas al grupo Revolución de Egipto, responsable de varios atentados cometidos en El Cairo entre 1984 y 1987."En general, todas estas acusaciones carecen de fundamento en sí mismas", aseguró Jaled Nasser al tribunal cairota al inicio de su defensa, la pasada semana. Traje gris y corbata azul y carmesí, el encausado aparecía tranquilo tras las rejas que le separaban de la sala. La elevada vigilancia policial del recinto y sus alrededores indicaba que se estaba juzgando a alguien con un relieve especial.

A sus 40 años, Nasser, ingeniero por la Universidad de Londres, se encuentra de nuevo en El Cairo, tras dos años de autoexilio en Yugoslavia. Antes de partir se hizo con el regalo de un pasaporte diplomático que le garantizaba una inmunidad que ahora se vuelve contra él. El fiscal le acusa de utilizar esta prerrogativa para introducir armas en Egipto, además de financiar al, mencionado grupo terrorista. Revolución de Egipto se ha respensabilizado de diversos ataques con ametralladoras contra lo que califican de "agentes de los servicios de espionaje extranjeros". El fiscal les atribuye la muerte o heridas de varios diplomáticos norteamericanos e israelíes destinados en El Cairo.

Casado con Nadia Samir Fajmi, Jaled tiene tres hijos -Tajíya, Majda y Gamal, en recuerdo del abuelo fallecido-. Según la semblanza que se hace de él en el libro de Abdalá Imam. Zaura Másser, Nasser no acostumbraba, durante su vida de universitario, a hablar de po lítica con sus compañeros. "Era un estudiante muy responsable", recuerda uno de ellos. Su padre murió en 1970, un año antes de que se licenciara. Aquella dedicación se tradujo posteriormente en su actividad como profesor, que compaginó con su estudio de ingeniería.

En total, 20 presuntos miembros de Revolución de Egipto comparecen ante el juez por esos cargos, y 11 de ellos, incluido Nasser se enfrentan a la pena de muerte si son declarados culpables. El Juicio se inició en noviembre de 1988, por lo que el hijo del histórico presidente estaba siendo juzgado in absentia hasta su regreso. A su llegada al aeropuerto de El Cairo fue detenido, pero el juez decretó su libertad con una fianza de 5.000 libras (unas 200.000 pesetas), además de restringirle los movimientos dentro del país.

Sólo el nombre de Nasser constituye todo un símbolo en Egipto. Al margen de las simpatías políticas o personales que pueda despertar Jaled entre sus conciudadanos, el recuerdo de su padre y de la doctrina social y política a que dio lugar marcó un giro en las ideologías del mundo árabe. Todavía hoy muchos dirigentes -el presidente iraquí, Sadam Husein, entre ellos- se declaran herederos del nasserismo. Egipto paga aún hoy, 20 años después, las consecuencias más negativas de un fuerte nacionalismo que basa su desarrollo en un sector público en continua expansión.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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