El dueño de una residencia privada abandona a nueve ancianos
Antonio Lara Quero, propietario de la residencia privada de ancianos El Encinar, de Sevilla la Nueva, abandonó el pasado domingo las instalaciones sin pagar varias mensualidades a los nueve empleados y sin dejar víveres para los nueve ancianos residentes, según denunciaron ayer los trabajadores del citado centro.Los empleados, que prefirieron ocultar sus nombres, indicaron que la madre de Antonio Lara les llamó el lunes extremadamente deprimida" para decirles que su hijo le había encargado que los avisara de que no iba a volver porque no se encontraba en condiciones "físicas ni psíquicas" para dirigir el centro. "Desde entonces se encuentra en paradero desconocido", añadieron los empleados.
La asistente social de Sevilla la Nueva, localidad de unos 800 habitantes, dijo que el Ayuntamiento proporcionó desde el lunes todos los alimentos necesarios a los ancianos. "Le hemos dicho a los familiares que mientras dure esta situación no le va a faltar ningún cuidado a los ancianos".
Los empleados dijeron que habían tomado la iniciativa de atender a los ancianos por la noche. "El director era el encargado de cuidar a los ancianos por la noche, pero al irse, hemos tenido que asumir responsabilidades que no son de nuestra competencia", indicó una empleada.
La despensa, vacía
El local de la residencia es un chalé de dos pisos situado en una parcela de 4.000 metros cuadrados que Antonio Lara había alquilado el año pasado a un particular. Según indicó otra trabajadora, el director y dueño de la residencia, que posee el título de magisterio, debía dinero al propietario del chalé, a los proveedores y a los empleados. Esta trabajadora añadió que Lara dejó la despensa vacía y se marchó justo después de cobrar las 80.000 pesetas de las mensualidades de los ancianos.
La empleada dijo que Lara tuvo que abandonar hace 20 días por impago el chalé donde se ubicaba una residencia de niños subnormales de la cual también era propietario: "Al no pagar el alquiler tuvimos que traer a los niños aquí, pero los padres se los llevaron porque el traslado suponía un cambio en todos sus hábitos".
El portavoz regional de CC OO, Francisco Naranjo, pidió ayer la "inmediata actuación" de la consejera de Integración Social, Elena Vázquez, para que solucione la situación de los empleados y los ancianos.
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