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EL 32º CONGRESO DEL PSOE

Hoy se abre un congreso socialista atado y con escasas incógnitas que despejar

Luis R. Aizpeolea

Hoy se abre el 32º Congreso del PSOE con escasas incógnitas que despejar. En un momento político apasionante para un partido de izquierda tras la caída del muro de Berlín, el derrumbe de los regímenes comunistas y la crisis del Golfo, la atención principal de este congreso del socialismo español se centrará en la probable ampliación de su ejecutiva y su composición. El congreso se presenta como uno de los menos conflictivos en el terreno ideológico y programático, centrándose su confrontación en la lucha por las parcelas de poder dentro de la dirección del partido.

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Los días 9, 10 y 11 de noviembre, 871 delegados en representación de 262.900 militantes socialistas debatirán las ponencias dedicadas al programa 2.000, a estatutos y temas municipales y autonómicas en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid. El secretario de organización del PSOE, Txik¡ Benegas, terminó ayer la ronda de consultas con los secretarios regionales del partido para conocer sus criterios sobre la nueva composición de la ejecutiva sin que haya adelantado sus criterios ni sus nombres. Después de esta ronda, la opinión de distintos dirigentes es que el núcleo central de la actual ejecutiva se mantendrá y que las incorporaciones vendrán por la representación de mujeres y por algunas personas presentadas como la apertura del partido a otras sensibilidades.- Los candidatos que hasta ahora han trascendido no sorprenden. Es el caso de Javier de Paz, ex secretario general de las Juventudes Socialistas; Manuel Escudero, coordinador del Programa 2.000, y Juan Manuel Eguiagaray, delegado del Gobierno en el País Vasco y amigo personal de Benegas. Entre los intelectuales, se cita a Ludolfo Paramio, un tanto apartado del equipo "pensante" del PSOE y, sobre todo, de su última y más ambiciosa empresa como ha sido la elaboración del Programa 2.000. La diputada Josefa Pardo, ex dirigente de la UGT, y Rosa Diez, dirigente del socialismo vasco, son los nombres de mujeres más mencionados en los últimos días.

Tanto los representantes del aparato del partido como las voces que en los últimos meses pidieron una dirección más abierta -como Joaquín Almunia, Javier Solana, José María Maravall, Carlos Solchaga, Joaquín Leguina...-, han optado en vísperas del congreso por observar una gran prudencia. No obstante, la opinión de unos y otros no ha variado.

El enfrentamiento con UGT

Tras las entrevistas que Felipe González ha tenido con los dirigentes regionales, se deduce que el líder socialista se vería contrariado si el congreso se centrara en los nombres de la ejecutiva, máxime cuando considera que el partido llega a esta cita sin conflictos ideológicos. Los dirigentes más veteranos recuerdan que en el anterior congreso vivieron de forma traumática el enfrentamiento con UGT. Tres años antes sufrieron la tensión con el debate sobre la permanencia de España en la OTAN y también recuerdan cómo en el congreso de 1979 los delegados se dividieron entre los partidarios de la defensa del marxismo como seña de identidad del partido y sus detractores, con el toque de atención añadido por la dimisión provisional de Felipe González como secretario general.

Sin embargo, este congreso está atado. Así, algunos de los problemas más acuciantes suscitados desde el anterior congreso, de enero de 1988, los socialistas los van a dejar de lado o van a pasar de puntillas. Tal es el caso de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) o el de Juan Guerra, el hermano del vicepresidente del Gobierno. Una enmienda del congreso introduce una comisión de ética para abordar la lucha contra la corrupción, pero evitando las referencias concretas.

El diseño de la política económica socialista será uno de los debates estrella del congreso. El contenido y alcance del pacto de competitividad que el Gobierno socialista ha ofrecido a los partidos de la oposición pasará por la criba del debate congresual. Benegas ya ha adelantado el nuevo diseño comparativo desde el congreso anterior: "Ya no se trata de superar la crisis, sino de mantener el crecimiento y corregir los desequilibrios. No se trata ya de crear un nuevo sistema de pensiones, sino de mejorarlas". El previsto respaldo del congreso a la política económica del Gobierno será el premio a la labor de Carlos Solchaga y una compensación a su cantada ausencia de la nueva comisión ejecutiva.

La nueva configuración de las relaciones entre el PSOE y la UGT será otra de las importantes conclusiones de este congreso. Ya no será obligatorio para los socialistas la afiliación a la UGT. Una enmienda congresual se limita a aconsejar la afiliación. En definitiva, supone acoplar el texto a una realidad en la que la mitad del partido no está afiliada al sindicato. Su líder, Nicolás Redondo, al contrario de lo sucedido tradicionalmente, no intervendrá ante los delegados socialistas. Se limitará a asistir a una cita en la que ya está zanjada la relación entre partido y sindicato.

Las cuestiones más innovadoras del congreso del partido del Gobierno proceden de algunos temas sectoriales. El aborto, los pactos autonómicos, la ecología y el feminismo figuran entre ellos. Una enmienda de la agrupación de Cádiz abre la posibilidad de introdubir un cuarto supuesto para el aborto: la escasez de medios económicos.

En cuanto a los pactos autonómicos, se abre la posibilidad de ampliar las competencias para los estatutos acogidos al artículo 143 de la Constitución. La ecología, dejada de lado en los anteriores congresos socialistas, será una nueva seña de identidad del socialismo español junto al feminismo.

Abrumadora mayoría

La composición de las delegaciones que acuden al congreso indica que la gestión de la ejecutiva será aprobada hoy por una mayoría amplísima y hace previsible que la resolución política que se debata resulte aprobada. Los dirigentes identificados con Alfonso Guerra agrupan más del 60% de los votos, frente a los oficialistas -fieles al proyecto socialista, pero sin una ligazón especial con Guerra y González-. La delegación catalana, que acude con una actitud independiente dentro del sector oficial, representa cerca del 7% de los votos. Otra federación singular es la de Madrid (6,2% de los votos), encabezada por Joaquín Leguina e integrada por personas de su confianza, pero también por guerristas y miembros de IS. Esta formación cuenta con el 5% de los delegados.

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