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Tribuna:LA PROFESIONALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS
Tribuna
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Comercio: tenemos soluciones

En este artículo, el autor apuesta definitivamente por la modernización del sector del comercio, lo que implica, a su juicio, un considerable esfuerzo en la especialización y profesionalización, tanto por, parte de los trabajadores como de los empresarios. Afirma también que cualquier cambio debe contar con control sindical.

La Federación Estatal de Trabajadores de Comercio de la Unión General de Trabajadores es consciente de su papel en la sociedad y fundamentalmente en el ámbito sectorial de comercio, donde la práctica sindical que desarrolla la convierte en avanzadilla en las reivindicaciones y propuestas del conjunto del movimiento sindical.Hemos apostado por la modernización del comercio, la profesionalización, la especialización, por un comercio de futuro. En ello hemos comprometido nuestra capacidad y a ello dedicaremos todo el esfuerzo.

La FETC-UGT, completando su trabajo de intentar la racionalización sectorial, poniendo término a una situación de incertidumbre y desamparo generalizado en el comercio, redoblará su actividad sindical para la consecución de un marco legislativo general del sector.

Las normas que contemplan solamente aspectos parciales, que en algunos casos son marginales, responden a posiciones corporativistas y sectarias y a modelos de regulación desfasados y, lo que es más preocupante, que ni siquiera son eficaces.

Las posiciones que viene defendiendo la FETC-UGT, están recibiendo un amplio respaldo de los trabajadores, de los propios empresarios y de buena parte de la Administración; por tanto, esta amplia demanda y consenso deben ser los ejes de la asunción de la propuesta.

La apertura de nuevos mercados, las situaciones corporativistas de los poseedores del poder económico, han puesto de maniflisto el peligro de que la libre iniciativa empresarial sea objeto de abusos que con frecuencia son noe ¡vos para eLconjunto de intereses que confluyen en el comercio.

El interés privado de los empresarios, el interés colectivo de los trabajadores y de la sociedad en su conjunto y el propio interés público de¡ Estado deben concurrir en una ordenación general deI sector comercial..

La situación de democracia qae hoy vivimos en España y la irtegración en la CEE deben propicíar un acercamiento de las situaciones de cada uno de los países a la homologación internacional. En este sentido, en cornercio, en el diseño del modelo comercial, estamos en una situación de dejación legislativa que exige una rápida acción de ordenación.

Nuestra Constitución establece la libertad de empresa. Es por lo que la acción legislativa debe desarrollar un mecanismo que no permita falsear este principio por prácticas desleales o de poderío económico. Esta exigencia se complementa con la protección de los conisumidores y de los trabajadores, que son las partes más débiles.

La ordenación comercial no debe ser un marco que recoja los intereses privados de los empresarios o de un agente implicado en el sector. Debe recoger los intereses de la sociedad y del sector en particular.Las condiciones

La ordenación general de comercio debe recoger, por ello, la definición y las condiciones por las cuales debe desarrollarse la actividad comercial, tanto en las modalidades como,en las prácticas.

Un cambio brusco en las estructuras comerciales sin participación sindical puede ínterpretarse única y exclusivamente como un intento de rentabilizar los actuales beneficios hasta convertirlos en especulativos. Cualquier necesario avance en los modos y formas de comerciar debe ir acompañado del imprescindible componente social, donde se recojan no sólo los beneficios empresariales, sino los beneficios sociales de los trabajadores y de los consumidores, por tanto, de toda la sociedad.

El desarrollo de la actividad comercial, en el más amplio sentído, debe estar condicionado, por el marco general que defina la orientación hacia la que el comercio debe dirigirse.

Los modelos comerciales cambian y ello exige a los empresarios y, a los trabajadores una mayor cualificación que, hasta hace poco tiempo, no parecía necesaria; en la situación actual es imprescindible la especialización y la profesionaliz ación en la doble vertiente de los empresarios y de los trabajadores.

La especialización de las distintas formas de comerciar es un hecho irrenunciable como práctica que garantiza la competitividad entre las empresas, sea cual sea el modelo de las mismas.

En cuanto a la estructura empresarial, conviene resaltar el retraso que en el sector se produce con relación a otras actividades.

En cuanto a los trabajadores, la necesidad de acceder a un trabajo y la falta de voluntad política de los empresarios determinan que la formación de aquéllos sea más iniciativa individual que el mecanismo adecuado a las necesidades existentes.

Es necesaria una acción política coordinada, que tenga como nieta la eficaz profesionalización del mismo. En los últimos años se ha avanzado, pero ese avance ha significado el punto de partida de un proyecto inexistente y que debe ser ambicioso y coherente con el modelo comercial que queremos para el futuro.

Va a ser imprescindible el consenso por el que las organizaciones sindicales tengamos el protagonismo que como agentes principales implicados en el sector nos corresponde.

La realización de la formación profesional no puede ser un mecanismo vacío de contenidos ni objetivos y carente de control sindical, dado. que sin control sindical significa un mecanismo exclusivo de incremento de productividad y sin mejora de la calidad del trabajo y del crecimiento del empleo, situación que si así se diese, merecería el calificativo más contundente en su contrapor el conjunto de la sociedad.

Realizar o mantener posícionamientos extremos solamente puede conducir a hacer que el comercio en España no alcance las cuotas de servicios competencia que todos queremos.

Es necesario aunar esfuerzos para hacer el comercio del futuro y con futuro donde, en pie de igualdad, empresarios, trabajadores y Administración decidan mejorar la calidad de vida del conjunto de la sociedad.

Eugenio Folgar es secretario general de UGT-Comercio.

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