González respalda a los socialistas vascos con promesas de apoyo a la recuperación económica
El presidente del Gobierno, Felipe González, aceptó ayer la propuesta de instaurar "el espíritu de Vitoria", basado en la contribución del Gobierno de la nación a la normalización y a la recuperación económica del País Vasco, según sugerencia del candidato a la presidencia del Gobierno autónomo por el PSE-PSOE, Ramón Jáuregui. "Tienes garantizado ese compromiso desde la lealtad a las reglas del juego", dijo González a Jáuregui. El broche de oro de la campaña de los socialistas lo puso ayer Felipe González en el polideportivo Mendizorroza de Vitoria, 48 horas antes del cierre oficial.
El candidato socialista a la presidencia del Gobierno vasco, Ramón Jáuregui, ha aguardado durante su camapaña a tener delante al presidente del Gobierno, Felipe González, para hacer esta propuesta política. Jáuregui, con cierta solemnidad, anunció ante unas 4.000 personas que llenaban el polideportivo, que iba a hacer una propuesta "al compañero presidente". "Se trata de un nuevo espíritu de Vitoria", con lo que recordaba el llamado espíritu de Anoeta, que nació en 1982 a propuesta de Felipe González, en las vísperas de conseguir que su partido alcanzara la mayoría absoluta. La propuesta de Jáuregui al Gobierno central tiene dos elmentos: la pacificación y la recuperación económica, y con el compromiso de que el País Vasco "no sea un problema de España sino su líder industrial".Felipe González aceptó de inmediato la propuesta. "Si quieres hablar del espíritu de Vitoria lo tienes garantizado desde la lealtad a las reglas del juego". En todo momento González ligó este pacto beneficioso para el País Vasco "con los intereses de España". Así, González proclamó su deseo de que Euskadi sea "punta de lanza en el desarrollo industrial, siempre pensando en lo mejor para España". "Nuestro destino es el vuestro, y vuestro futuro es el nuestro", dijo González.
El presidente del Gobierno proclamó que la batalla contra la violencia se está venciendo, aunque son todavía previsibles momentos de dolor. González pidió que se pusiera fin "a la falacia de decir que salgan los presos cuando se sigue alimentando la violencia". "Ellos están impidiendo que salgan los presos al seguir generando violencia". Según el presidente del Gobierno, la violencia "es el freno al desarrollo de Euskadi".
'Presidentes'
La noche electoral de los socialistas estuvo plagada de rememoraciones intencionadas que buscaban el paralelismo entre las vísperas del triunfo socialista de 1982 y el objetivo que ahora se persigue en Euskadi: la elección de Ramón Jáuregui como lehendakari. González y Jáuregui se trataron de presidente a presidente, y Ramón Rubial, presidente del partido, se dirigió a ambos por esos cargos.
El jefe del Ejecutivo no abandonó ni un solo momento su condición de presidente del Gobierno de España y recordó que en Europa se defienden los intereses de todos los españoles y no por comunidades. Estas alusiones le servían para reprochar a los nacionalistas vascos que en esta campaña electoral hablen de "Euskadi y Europa", obviando que en las instancias comunitarias se defienden los intereses de la nación, incluido
"El papel de Euskadi en Europa es el papel de Euskadi en España, y su peso en Europa será su peso en España", afirmó Felipe González durante el mitin sin hacer una sola concesión a los sentimientos nacionalistas.
El líder socialista exhibió orgullo por participar en esta campaña, en respuesta a los reproches irónicos de dirigentes del PNV. González se preguntó cómo alguien podía pensar que no iba a estar en esa campaña de sus compañeros vascos. El presidente del Gobierno halagó a los militantes socialistas de esa organización, asegurando que ser socialista y decirlo en el País Vasco tiene "un plus de mérito" por las dificultades y las incomprensiones que han tenido que soportar, sobre todo en el pasado".
