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Entrevista:

"La canción es para romper barreras, no para ponerlas"

Cuando se define a Kortatu como grupo emblemático del rock radical vasco, Fermín Muguruza, irunés de 27 años, se revuelve en su silla antes de renegar de la etiqueta: "NI a mí ni a nadie en Euskadi le ha gustado eso de radical. Allí nadie habla así". Durante cuatro años, Kortatu realizó 280 actuaciones y tres giras europeas por Francia, Suiza, Alemania, Italia y Polonia. "La primera vez que fuimos a Europa fue sin cobrar y malamente. A nuestro primer recital en París fueron 300 personas. El último fue en el Zenith, y acudieron 6.000", dice Muguruza.El grupo grabó tres discos en estudio, uno doble en directo y una recopilación realizada especialmente para el mercado británico, de los que han vendido casi 100.000 ejemplares, la mayoría en Euskadi. Hace dos años, Kortatu se disolvió al considerar cubierto su ciclo. "Nacimos con el espíritu punk de 1977 y no teníamos vocación de dinosaurios. Comenzamos cantando en castellano porque no sabíamos euskera. Aprendimos nuestro idioma, grabamos un disco en directo y decidimos acabar con un recital de despedida en el Anaitasuna".

Años intensos

Cuando tenía 20 años, Fermín Muguruza formó Kortatu con su hermano Íñigo mientras estudiaba euskera. "Con el grupo pasé cuatro años intensos. A veces nos cogíamos un mes de vacaciones y cuatro para aprender euskera. Mis padres son euskaldunes, pero a nosotros nadie nos enseñó el idioma. Hemos tenido que aprender por nuestra cuenta".

Y Muguruza cuenta su afán por poder leer en euskera a Sarrionaindía y Atxaga, a quienes menciona en la canción Amodiozko kanta (Canción de amor), incluida en el primer disco de su nuevo grupo, Negu Gorriak, un nombre reeogido de una canción de Mikei Laboa, con texto de Bertolt Brecht, titulada Gaberako aterbea. "La traducción al castellano de Negu Gorríak tiene una doble acepción: literalmente es invierno rojo, pero también significa invierno crudo, en el que tienes que resistir. En lo musical, Negu Gorriak tiene tres referencias muy claras: rap, hardcore y rock".

Fermín Muguruza se muestra apasionado con la nueva música negra: "Con el rap ha emergido el orgullo de la nación negra, como antes había defendido James Brown". En la canción Esan ozenki, canta: "Es suficiente, tío, / dilo en voz alta: / soy vasco y estoy orgulloso". Según Muguruza, "la aparición de Negu Gorriak coincide con el fin de la crisis que atravesó la música hecha en Eus kadi en 1989. Nuestra generación ha vivido cinco años a tope, y el año pasado la gente iba menos

los recitales, entraron en crisis las radios libres y hubo un parón Pero ahora hay una revitaliza ción. Salen nuevos grupos, la gen te ha vuelto a la calle y vuelven a marchar los circuitos de los gaztetxe (casas de jóvenes), unos canales que permiten que nuestra música sea autosuficiente".

Fermín Muguruza no considera que esta autosuficiencia sea la causa de la escasa penetración de los músicos que cantan en euskera en el mundo castellano hablante. "Hemos salido más hacia el Norte que hacia el Sur. Muchos piensan que cantar en euskera es sinónimo de pedir la independencia. Aunque queremos ser dueños de nuestro destino, la canción es para romper barreras, no para ponerlas".

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