Los trabajadores de Telefónica fallecieron por asfixia, según la autopsia
ANA ROLDÁN Los dos obreros fallecidos cuando trabajaban en un pozo de Telefónica murieron por asfixia entre las 15.00 y 15.15 del pasado viernes, según explicaron los familiares que tuvieron acceso al primer, resultado de las autopsias.
Los cadáveres del capataz Lorenzo Chaves Sanabria y del trabajador Luis Bravo Pastor fueron rescatados el sábado. Los cuerpos fueron descubiertos en el interior de una cámara de Telefónica en la que Sintel, firma subcontratada por la compañía, llevaba un mes operando. Según el tío de Luis Bravo Pastor, "la cámara reúne los requisitos legales y no se ha detectado ninguna presencia de gas letal. Al parecer, un esfuerzo importante en el trabajo provocó que el monóxido de carbono de la respiración se mezclase con el nitrógeno de la bombona", dijo. "Ésa pudo ser la causa del mareo, y por el propio ímpetu por terminar el trabajo no salieron y perdieron el conocimiento", explicó.
Sintel ha abierto una investigación para esclarecer las causas del accidente. El comité de empresa de esta factoría convocó un paro que fue secundado por más de 500 trabajadores de un total de 1.100 empleados.
Un portavoz de UGT dijo que las subcontratas de Telefónica carecen de inspector de seguridad.
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