_
_
_
_

Los 'manuscritos Moro' abren la guerra política en Italia

Juan Arias

La decisión del Parlamento italiano de hacer públicos los 419 folios escritos de su puño y letra por Aldo Moro durante su cautiverio de 55 días en manos de las Brigadas Rojas ha desencadenado una guerra política en Italia. Moro fue asesinado el 9 de mayo de 1978. Los manuscritos fueron hallados por la policía hace algunas días en un piso franco de los terroristas en Milán.

El caso ha estado a punto de provocar la dimisión del presidente, Francesco Cossiga, y del jefe de Gobierno, Giulio Andreotti, los dos grandes acusados por Moro en sus escritos.El hallazgo en Milán de las fotocopias con los manuscritos de Moro, muchos de ellos conocidos, pero otros inéditos, como, por ejemplo, 20 cartas jamás enviadas a sus destinatarios -entre ellas una dirigida al entonces Papa Pablo VI y también su testamento-, ha vomitado todos los venenos sobre el llamado "asesinato del siglo" en Italia y sobre el "mayor misterio de la República-, como fue definido el caso Moro.

La hija del estadista asesinado, la senadora democristiana María Fida Moro, ha anunciado su decisión de abandonar la Democracia Cristiana (DC), de la que era presidente su padre cuando fue secuestrado y asesinado, afirmando que tal decisión es inevitable "tras haber leído los escritos de su padre". Añadió: "No me interesa la justicia terrena ni la búsqueda de la verdad. Siempre me he limitado a solicitar respeto por nuestro dolor". La viuda de Aldo Moro, según anticipó ayer el semanario italiano Panorama, ha decidido -en caso de que consiga el consenso de toda la familia- llevar ante los tribunales de Roma al presidente de la República y al presidente del Gobierno, que eran, respectivamente, ministro del Interior y presidente del Gobierno durante el secuestro de Moro. Les acusa de no haber hecho entonces todo lo posible por salvar a su marido.

Acción socialista

A su vez, los socialistas han nombrado un comité que vuelva a estudiar todos los lados oscuros nunca revelados del caso Moro. En los tiempos del drama se enfrentaron al llamado "partido de la firmeza" -aquellos que se oponían a negociar con las Brigadas Rojas alegando razón de Estado-. Por entonces, Bettino Craxi y los suyos alegaban "razones de humanidad". Entre los lados oscuros nunca revelados figura la manera misteriosa en que la policía encontró 12 años después las fotocopias (¿dónde estarán los originales?) de los documentos de Moro en el piso de Milán, que en su día fue minuciosamente rastreado con Rayos X.

El secretario socialista Craxi afirma que ha podido ser "una manita misteriosa la que los ha colocado ahora allí". Según el diario La Stampa, de Turín, Craxi se refiere a la mano de Andreotti. Pero éste, que tampoco cree que se hubieran quedado "olvidados" los documentos y las armas, dice que ha podido colocarlos ahora una "manaza", que sería la de Craxi.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La prensa italiana asegura que es difícil no ver en toda la operación la mano de los viejos servicios secretos paralelos, controlados en la época del caso Moro por la logia secreta Propaganda 2 (P-2), de Licio Gelli. Ayer se barajaban tres hipótesis sobre la resurrección del fantasma Moro. La primera es que pueda tratarse de una lucha interna entre los diversos grupos de la Democracia Cristiana. Es la tesis apuntada por los socialistas.

La segunda hipótesis es que se haya podido tratar de una maniobra socialista.

Por último, según el ministro socialista de Hacienda, Rino Formica, el caso podría haber sido construido por el Mossad -los servicios secretos de Israel- para atacar la política proárabe italiana y dar una opción a los antiárabes.

Formica afirma que el personaje que sale limpio de los documentos redactados por Moro es el republicano antiárabe Giovanni Spadolini, presidente del Senado. En este momento, en caso de una crisis en el Quirinal, Spadolini, aspirante a la Presidencia, se convertiría en el candidato "no democristiano" más creíble, según la tesis del socialista Formica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_