Eulalia Ramón
"Quiero ser la actriz de toda la película"
DIEGO MUÑOZ Ahora mismo ya en las salas de cine, es la novia de Alou en la película de Armendáriz. Dentro de unos días se estrenará otra película, Barcelona lamento, de Luis Aller, en la que interpreta a una misteriosa mujer del año 2000... Ella es Eulalia Ramón, que, con pecas, morena, ojos de miel y 30 años de edad, tiene uno de los rostros más interesantes del cine español, y dice: "Ya quiero, tengo ganas, de ser la chica de toda la película, y no solamente la novia o la esposa del protagonista, que suele salir poquito, porque por obra y gracia de los guionistas el persona je principal es para los hombres. A las chicas del cine español siempre nos dan el mismo papel".
Eulalia Ramón lleva cinco años de oficio. "Debuté en Las últimas tardes con Teresa, y el productor Pepón Corominas me animó y dijo: "Vete a Madrid, que aquí hay muy poca cosa que hacer", afirma. Luego no ha dejado de trabajar, haciendo siempre de la chica de la película, pero en filmes que, una vez terminados, no respondían en general a las expectativas previstas. Y a veces ni eso. Esa cosa con plumas, Garum, Matar al Nani, El río que nos lleva y El mar y el tiempo, entre otros.
"Creo que para trabajar en el cine español hay que ser muy tranquila, porque, si no, te puede dar un ataque de nervios. Yo nací en el Ampurdán y me atrae mucho la Tramontana, ese viento que vuelve locos a algunos y a mí me calma", dice. "No me quejo de los papeles que me han tocado hasta ahora. Sobre todo, no me quejo porque soy una actriz templadilla, paciente, y procuro no neurotizarme con que suene el teléfono y todo eso".
Y, mientras tanto, Eulalia Ramón no se queda quieta y, además de las películas ya citadas, tiene también pendiente de estreno Los mares del sur, la adaptación de la novela de Vázquez Montalbán dirigida por Manel Esteban, donde encarna el personaje de Ana Brides.
Incluso, estos días, rueda una serie de TVE, Para Elisa, en la que interpreta a una cinéfila empedernida. "Eso es lo que soy. Me encanta el cine y toda la: vida lo he tenido como un sueño", afirma.
"Antes de actriz, he trabajado haciendo ropa, en una gestoría y hasta de camarera en bares. Los directores dicen que tengo una cara extraña, inhabitual; pues bien. Yo he asumido que no soy una actriz de boom fácil y rápido, sino que el trabajo hay que hacerlo día a día, y puestos a pedir, me gustaría llegar a ser una buenísima actriz madura". Y añade: "Admiro a las mujeres maduras y estoy trabajando para convertirme en una de ellas".
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