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Hacienda y el Banco de España polemizan sobre la persecución del fraude en las 'cuentas secretas'

P. M. / J. M. C. El secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, afirmó ayer en Barcelona que "si existen circulares internas de los bancos que revelan el uso de las cuentas secretas, se trata de una responsabilidad del Banco de España". Mientras, el gobernador, Mariano Rubio, aseguró en el Congreso que el control de esta figura financiera, "que en realidad es lo que en el mundo bancario se conoce como cheque o talón de puño, sería fácil si se completa la normativa del NIF". Mariano Rubio afirmó asimismo que en la segunda quincena de julio el Banco de España envió a Hacienda un informe sobre la evolución de "los cheques de puño y una estimación de los que podrían utilizarse para defraudar", que ronda los 220.000 millones.

El secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, pidió ayer en Barcelona que se aclare el caso de las cuentas secretas o innominadas. El alto cargo de Hacienda señaló que su departamento no tiene pruebas de la actuación de los bancos y afirmó que, a partir de la información vertida sobre el caso, corresponde a la fiscalía, al Banco de España o al Ministerio de Economía recabar información y actuar en consecuencia.La utilización de las cuentas secretas fue desvelada la semana pasada por este diario como nueva fórmula de captación y refugio del dinero negro. Varios documentos confidenciales de bancos muestran la existencia de esta práctica, reconocida por José Luis Leal, presidente de la patronal bancaria AEB.

El gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, por su parte, aseguró ayer ante la comisión de Presupuestos del Congreso que "antes de las vacaciones de agosto enviamos un informe a Hacienda sobre lo que ahora se está llamando cuentas innominadas y que, en realidad, es una figura que existe desde siempre y que se conoce como talones de puño".

La utilización legal de estos talones, según señaló el gobernador, es habitual, por ejemplo, en los pagos a Hacienda o para comprar un coche de segunda mano. Se trata, según explicó Rubio, de los talones que tienen la firma del banco y que cualquiera puede obtener o contra su cuenta corriente o, lo que es más habitual si se quiere defraudar, contra efectivo.

En el informe que elaboró en julio el banco emisor se estimaba que el volumen de este tipo de cuentas innominadas, en circulación ascendía a unos 650.000 millones de pesetas y, de éstos, unos 220.000 se pueden estar utilizando para defraudar.

Estos indicios de fraude aparecen porque algunos de estos cheques no se utilizan de inmediato para efectuar un pago, como sería lo lógico, sino que se mantienen durante un periodo más largo de tiempo. La pregunta que surge es: ¿para qué? Una respuesta es que con un cheque de estas características pueden comprarse pagarés del Tesoro sin aportar el DNI. Otra posibilidad pasa por conseguir mejores condiciones para un préstamo o para una inversión en el propio banco.

El secretario de Estado de Hacienda, sin embargo, apuntó la posibilidad de que haya algo más que cheques de puño detrás de este nuevo escándalo sobre el dinero negro. "En cualquier caso -destacó- Hacienda no tiene todavía constancia documental del hecho". Para Borrell sólo existen de momento los datos vertidos en las informaciones de EL PAÍS (días 7, 11 y 13 de octubre) en los que se exponía la existencia de las cuentas secretas, la operativa de los bancos mediante circulares confidenciales y los tipos a los que las entidades remuneraban estos pagarés entre el 0% y el 3%.

En cualquier caso, Borrell agregó que Hacienda estudia actuar de oficio en este asunto ya que "desconocemos si se trata de un problema de derecho civil, fiscal o tan sólo requiere una nueva regulación sobre el uso de las cuentas corrientes".

Rubio, sin embargo, sí tiene clara cuál puede ser la solución al problema de las cuentas secretas. A su juicio, bastaría con completar la novedosa normativa del NIF, con una orden ministerial que perfeccionase el real decreto recién elaborado. El problema, a juicio del gobernador, es que ahora no es necesario presentar el nuevo documento de identificación fiscal (NIF) cuando un particular gira un cheque de este tipo contra dinero en efectivo.

Registros bancarios

Lo importante, a juicio de Rubio, es que se garantice que nadie podrá eludir el registro oficial cuando opere en un banco, aunque sea contra dinero en efectivo. Esto ahora es evitable.

Otra posibilidad sería, para el gobernador, limitar el plazo máximo de vigencia de estos cheques o cuentas innominadas. Ahora ese plazo es indefinido; el problema es que una regulación temporal de las cuentas innominadas podría salvarse con facilidad.

Rubio no entró en la posible utilización de DNI falsos para estas cuentas. Borrell, sin embargo, afirmó, que "si se han producido identidades falsas simulando documentos nacionales de identidad corresponderá a la fiscalía averiguar las posibles irregularidades, civiles, mercantiles o penales que se deriven y por otra parte si el mecanismo ha producido algún tipo de ocultación de patrimonios, le corresponderá a Hacienda averiguarlo".

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