Los rumores y desmentidas marcan una jornada nerviosa
La constante presión alcista sobre los precios del petróleo junto a la cada vez más preocupante situación en Oriente Próximo ocasionaron descensos generalizados en los mercados bursátiles internacionales. Asimismo, la decepción de los inversores en relación al plan de reducción del déficit público norteamericano y la mayor cautela respecto a los efectos de la entrada de la libra en el Sistema Monetario Europeo (SME) acentuaron el clima de pesimismo.La caída de las bolsas alcanzó ayer su máximo al surgir un rumor respecto a la entrada de las, tropas americanas en Kuwait. Los rumores impulsaron asimismo la cotización del petróleo hasta casi rozar los 41 dólares por barril. Afortunadamente los ánimos se serenaron al poder comprobarse que los rumores eran tan sólo eso: rumores. A partir de ahí las bolsas iniciaron una recuperación, de forma que, con excepción de Francfort, los índices quedaron con sólo pequeñas pérdidas.
Más adelante, y ya en EE UU, surgió un nuevo rumor, que también fue desmentido, en relación al supuesto asesinato del presidente iraquí. Sin embargo, la bolsa neoyorquina reaccionó favorablemente y a la apertura su índice Dow Jones registró un alza de 15 puntos.
Sin embargo, el desmentido de los rumores produjo un cambio en la tendencia, con lo que al cierre de la sesión el índice caía 37,6 puntos. El petróleo, por su parte, gracias a que por el momento no ha podido traspasar los 41 dólares por barril, retrocedió hasta quedar en 39,75 dólares por barril. No obstante, el ánimo de los inversores es en estos momentos muy negativo. En opinión de los analistas el estado de nervios queda reflejado en el gran número de rumores surgidos.
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