Detienen a dos generales por el asesinato de Popieluszko
Dos generales del Ministerio del Interior de la época comunista polaca fueron detenidos y acusados de inducir al asesinato del sacerdote católico Jerzy Popieluszko en octubre de 1984. En total son siete los militares que han sido enviados a prisión preventiva en los últimos cuatro días, cinco generales y dos coroneles, entre ellos un ex ministro del Interior y un antiguo viceministro, informó ayer la Fiscalía General en Varsovia. Los motivos del arresto de Miroslaw Milewski, antiguo miembro de la estricta dirección del partido comunista, están oficialmente relacionados con un caso de soborno de "enorme envergadura".
Esta serie de detenciones no tiene ningún precedente en la breve historia de la Polonia poscomunista y puede interpretarse como un intento del actual equipo dirigente de demostrar su determinación en la lucha contra los autores de los crímenes cometidos en la época comunista polaca.En el inicio de la campaña presidencial, en que participa como candidato el primer ministro, Tadeusz Mazowiecki, las detenciones de los más altos cargos del antiguo Ministerio del Interior servirán para hacer frente a los ataques de los partidarios de Lech Walesa, rival de Mazowiecki en la lucha por la presidencia del Estado, quienes acusan al Gobierno de ser demasiado dócil para con la antigua nomenclatura comunista. El primer sondeo de la intención de voto de los polacos en las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo día 25 de noviembre, apunta la victoria de Walesa a quien votaría un 37% de los encuestados, frente a un 32% que daría su voto a Mazowiecki.
La personalidad más importante de entre los detenidos es el general Miroslaw Milewski, ministro del Interior en los años 1980 y 1981, hasta 1985 miembro del Poliburó y del secretariado del partido comunista encargado del control del Ministerio del Interior. Milewski fue destituido de todos sus cargos políticos tras el asesinato del padre Popieluszko, lo que, se interpretó como confirmación de su implicación en crimen con el que el grupo de los halcopes de la dirección comunista pretendía provocar una revuelta popular contra el equipo del general Wojciech Jaruzelski. Milewski no sufrió, sin embargo, ninguna responsabilidad penal. En el proceso de los asesinos de Popieluszko, que finalizó en 1985, quedaron condenados a penas de hasta 25 años de cárcel cuatro miembros de los servicios secretos, de los que el superior ostentaba el grado de coronel.
La acusación contra Milewski alude ahora a un caso de corrupción de la década de los setenta. En cambio, los generales Wladyslaw Ciaston, viceministro del Interior en 1984, y Zenon Platek, ex jefe de uno de los departamentos en ese Ministerio, fueron interrogados y detenidos ayer por la Fiscalía bajo el cargo de "inducir a sus subalternos a asesinar al padre Jerzy Popieluszko" y de "dirigir la realización de este crimen".
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