Buenas y malas noticias
El mercado de valores, por primera vez en muchos días, ha respondido a estímulos distintos de los habituales. El clima de goteos, apatía y escasez de negocio, se reforzó si cabe en la sesión matinal a causa de la noticia que daba cuenta del revés cosechado por Bush y sus presupuestos en el Congreso estadounidense. La pérdida de cerca de tres puntos en el índice general, a la espera de la apertura de Nueva York y su previsible caída apuntaba a una mala conclusión de ciclo.Era un leño más arrojado a la hoguera bursátil en la que crepitan más incertidumbres que certezas. Pero otra noticia, la incorporación de la libra al Sistema Monetario Europeo (SME) provocó una rapidísima reacción del dinero, dispuesto a aprovechar cualquier espectativa de mejora a corto plazo.
La incorporación de la libra al SME, acompañada de la reducción de tipos en el Reino Unido, según los analistas, acerca aún más la posibilidad de que las medidas monetarias relajen su presión sobre la economía española. Y la bolsa lo ha tenido en cuenta. Son tiempos en los que los acontecimentos van casi tan deprisa como la imaginación. No obstante, la situación, con la crisis del Golfo estancada, sigue siendo negativa y la próxima semana amenaza con discurrir por cauces conocidos.
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