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Miles de ucranios piden independencia frente a Moscú

La huelga general convocada por los principales partidos de oposición ucranios no ha tenido un gran impacto en Kiev, la capital de Ucrania, la segunda república soviética en importancia, donde la mayoría de las empresas y el transporte trabajaban ayer normalmente. Sin embargo, decenas de miles de personas marcharon por las calles de Klev exigiendo mayor independencia de Moscú, la renuncia del primer ministro ucranio (Vitali Masol), el cierre de la central nuclear de Chernóbil y que los ucranios hagan el servicio militar sólo dentro del territorio de la república.

Las protestas de ayer y anteayer (en la del domingo participaron unas 60.000 personas en Klev) estaban programadas para el comienzo del segundo periodo de sesiones del Sóviet Supremo (Parlamento) ucranio, que se abrió ayer. Un pequeño grupo de manifestantes obtuvo permiso para pasar el cordón de soldados que protegía el edificio del Parlamento y presentar sus demandas, a las autoridades comunistas.

En la sesión del Sóviet Supremo, la oposición trató de impedir que hablara el presidente, Leonid Kravchuk, hasta hace poco segundo hombre en el Partido Comunista Ucranio (PCU). Kravchuk pidió apoyo para ordenar dispersar a unos 1.000 manifestantes que gritaban frente a la sede del Parlamento, después de que la mayoría de las columnas siguiera su marcha a través de Kiev.

Contra ello se pronunció un tercio de los diputados, es decir, aquellos que no pertenecen al PCU. Después de que hablaran una serie de parlamentarios de la oposición, se interrumpió la sesión y ya no pudo reanudarse por la mañana, pues muchos salieron a unirse a los manifestantes. Éstos llevaban banderas nacionales (azul y amarillo) y pancartas contra el nuevo Tratado de la Unión, que se está elaborando actualmente y que, según la organización nacionalista Ruj, merma la soberanía de Ucrania. Algunas personas gritaban consignas anticomunistas demandando la disolución del PCU y del Parlamento. Las estatuas al fundador del Estado soviético, VIadímir Lenin, estaban fuertemente custodiadas por soldados ante el temor de que los manifestantes intentaran destruirlas.

Víktor SáInikov, primer vicepresidente del comité ejecutivo del Ayuntamiento de Kiev, aseguró a la agencia oficial Tass que ni uná-súla empresa de la capital ucrania había dejado de trabajar. "Los kievitas comprenden que la participación en la huelga sólo puede caldear la atmósfera, profundizar las dificultades económicas y crear un enfrentamiento que amenaza la paz cívica", dijo.

Según Tass, la huelga fracasó también en la zona carbonífera de Doribás y obtuvo un "éxito relativo" en Ucrania occidental, concretamente en las provincias de Lvov, Ternópol e lvano-Frankovsk. El presidente del Sóviet Supremo de la URSS, Anatoli Lukiánov, informó, por su parte, a los parlamentarios en Moscú que el lunes habían participado unas 20 personas en la manifestación organizada en Kiev. Unas 7.000, según Lukiánov, no eran kievitas.

La Rada Popular, como se llama la oposición en el Parlamento ucranio, se negó a participar en las labores delórgano supremo de poder en la república y presentó cuatro condiciones para poder "trabajar constructivamente": 1, renuncia de Kravchuk por aplicar unilateralmente la política de los comunistas; 2, renuncia del primer ministro, Masol; 3; derogación de la resolución que prohíbe a los ciudadanos reunirse junto al edificio del Parlamento, y 4, incluir en la agenda la ley que regula el procedimiento para revocar el mandato de los diputados.

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