Los lideres del mundo aprueban un plan de acción para reducir la mortalidad infantil
Los líderes de más de 70 naciones decidieron ayer unánimemente crear las fases necesarias para dar "a los niños lo mejor". Con este objetivo firmaron en Nueva York la Declaración Mundial sobre la Supervivencia, la Protección y el Desarrollo del Niño. Este documento establece un plan de acción de ámbito nacional e internacional que deberá frenar de forma inmediata la mortalidad infantil, cifrada en 40.000 niños fallecidos cada semana a causa de las enfermedades, la desnutrición y los malos tratos. Felipe Gónzalez anunció que España pondrá inmediatamente en marcha los acuerdos.
El plan de acción firmado en la denominada cumbre del niño, es un llamamiento a todos los países para que ejecuten los pasos políticos necesarios para reducir en una tercera parte la tasa de mortalidad entre los menores de cinco años; los índices de mortalidad materna en un 50% y el nivel de malnutrición entre los menores de cinco años en un 50% antes del año 2000.El presidente estadounidense, George Bush, manifestó ayer que "salvar la vida del niño es un milagro". Bush reclamó a los Gobiernos del mundo que apartaran la "burocracia para enfrentarse a los problemas que matan 1.000 niños por hora" y reclamó ayuda del sector privado "para combatir el efecto del sida, la drogadicción, la falta de educación, la maInutrición y las enfermedades infantiles". El presidente español, Felipe González, manifestó en su intervención que España asume su responsabilidad de cumplir lo acordado en esta cumbre.
En su discurso, Gonzáléz afirmó que "no es posible dar respuesta a los problemas del niño sin plantear de una forma seria y rigurosa la planificación familiar". Margaret Thatcher también defendió esta idea.
El encuentro se ha convertido, según Mark Young, director de la edición 92 del libro Guinnes de los Records, en la mayor concentración de dirigentes políticos de la historia. Nueva York ha estado colapsado todo el fin de semana y la el servicio secreto norteamericano ha hecho el mayor despliegue de su historia. El primer ministro canadiense, Brian Mulroney, impulsor y copresidente de la cumbre, declaró ayer que encuentros como éste "consigue¿ colocar a los políticos cara a cara" y que ésa es la única forma de evitar burocracias.
Algunos de los líderes que participaron en la cumbre reclamaron la puesta en vigor de la Convención de los Derechos del Niño, documento en 1989 por la ONU tras 10 años de discusiones. A pesar de que 109 países firmaron entoncés la carta gobiernos como los de España y EE UU no la han ratificado oficialmente.
Según el acuerdo alcanzado ayer, los gobiernos deben dar prioridad a los programas de bienestar de los niños y, en el caso del Tercer Mundo, reestructurar los presupuestos para garantizar la educación y salud de los niños y una base más sólída del futuro económico, político y social . La declaración insta a familias, comunidades locales y la empresa privada a que apoyen dicho plan. El documento pide a los organismos de desarrollo internacionales que examinen las vías de ayuda a los países del Tercer Mundo y traten de mejorarlas.
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