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El único hospital público con litotricia limita su uso a dos días por semana

El Doce de Octubre, único hospital público madrileño donde funciona una máquina de litotricia, mediante la cual es posible eliminar las piedras en los riñones y el aparato urinario sin necesidad de cirugía, comenzará desde octubre a utilizar este servicio sólo dos veces por semana. El pasado mes de julio, la lítotricia dejó de funcionar por la tarde. Mientras tanto, los pacientes son remitidos a centros privados concertados, que cobran al Insalud 630 millones al año por este tratamiento.

La dirección del hospital Doce de Octubre ha decidido reducir las sesiones de litotricia a dos mañanas por semana y dedicar el resto del tiempo a la actividad quirúrgica, preferentemente de patología urológica, dándole prioridad a la cirugía. "Es necesario establecer estas medidas para un mejor funcionamiento del servicio", indicó un portavoz del centro.Primero fue suprimido el horario de tarde. La decisión, según un portavoz de la federación regional de UGT, estuvo motivada en la negativa a pagar horas extraordinarias para dar salida a esta demanda asistencial.

Ahora, sin embargo, los trabajadores del hospital no entienden el recorte a dos días por semana, que responde a una orden de la dirección. "La posible escasez de personal, endémica en el caso de la enfermería, no es razón suficiente para explicar este paso, porque tampoco hace falta tanta gente para realizar este servicio", dijo uno de ellos.

"Para efectuar una litotricia es necesario un especialista en urología, uno o do! técnicos que hagan funcionar el sistema, un anestesista en los casos de anestesia peridural y un enfermero", explica el doctor Eloy Fernández del Corral, director del Hospital Internacional Ruber, donde se atienden entre 9 y 12 casos al día.

"De éstos, un 60% proviene del Insalud, aunque cada vez se iguale más el porcentaje con el de enfermos procedentes de entidades de seguro privado o particulares. El litofragmentador del Ruber costó hace cuatro años 400 millones de pesetas y tiene un mantenimiento de 30 millones anuales", explicó el director.

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180.000 pesetas

En la clínica de La Luz se realizan cada día una media de 10 sesiones de litotricia, de las que "un 80% se aplica a pacientes del Insalud", según informó Enrique Pérez Castro, director del servicio de Urología.

"La factura que se pasa al Insalud es de 180.000 pesetas, en las que se incluye la cama, por que, aunque el tratamiento se puede hacer de forma ambulatoria enviando al paciente a su casa, nosotros preferimos man tenerlo en el hospital al menos una noche para controlar posi bles complicaciones o, simple mente, para que al expulsar las piedras fraginentadas no sufra un cólico nefrítico, algo que en el centro carece de importancia, pero que en su casa puede ser todo un problema", añadió el doctor Pérez Castro.

En La Luz existen dos litotricias de última generación, "con un valor aproximado de 190 millones de pesetas cada una y una gran fiabilidad a la hora de localizar los cálculos renales, dado que una de ellas realiza la exploración mediante rayos X y la otra con ecografía".

"No se nos escapa casi ninguno", dijoeste urólogo. A pesar de ello, en un 20% de los casos hay que repetir la operación, porque quedan restos o bien el cálculo era demasiado duro. "La repetición va incluida en eLprecio. Desde el Insalud llegan los pacientes con todos los análisis ya hechos. Una persona que se someta a litotricia de forma privada tendría que pagar algo más de 200.000 pesetas".

Pérez Castro confirmó que en su hospital reciben a personas enviadas por el Doce de Octubre, "además de las que remiten otros hospitales madrileños, como La Paz o el Ramón y Cajal, donde aún no existe este sistema. Envían a pacientes del Doce de Octubre porque la litotricia que hay allí es más sencilla y hay algunos cálculos que no puede deshacer", explicó.

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Los pacientes tienen que esperar seis meses para recibir el tratamiento

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"La litotricia del Doce de Octubre comenzó a funcionar a pleno rendimiento a principios de 1988. Costó unos 140 millones y trabaja a través de la localización ecográfica de las piedras renales", dijo un médico del servicio de urología de este hospital. "Antes del verano se realizaban cuatro sesiones por la mañana y dos o tres por la tarde; ahora, unos días cuatro, y otros sólo una. El tratamiento es ambulatorio, es decir, los pacientes vuelven a casa en el mismo día", dijo.

"Las listas de espera para litotricia llegan hasta marzo, a pesar de la cirugía y de que se derivan pacientes a los centros .concertados", explicó otro trabajador del hospital. "La cirugía es más barata, pero se necesita una media de 12 días de hospitalizacion, con lo que al final no se ahorra nada".

En el Ramón y Cajal está previsto instalar un litofragmentador en breve, aunque ningún responsable del centro pudo explicar en qué fase se encuentra el proyecto. Fuentes de la dirección de La Paz aseguraron que el centro incorporará el sistema a medio plazo.

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