La piscina bajo el hemiciclo, estrella de la presentación de las obras del Senado
La piscina situada en la segunda planta del sótano del nuevo edificio del hemiciclo del Senado, se convirtió ayer en la mayor atracción de la visita organizada por la Cámara alta a sus obras de ampliación.Se trata de una alberca de doce metros y medio de largo por seis metros de ancho, con una profundidad media de 1,5 metros, flanqueada por dos bancos de granito pulido, cuya utilidad fundamental es, según el arquitecto conservador del Senado, Salvador Gayarre, la de servir de depósito de seguridad contra incendios.
Las obras han costado 4.000 millones de pesetas. Se han construido dos nuevos edificios con una superficie total de 36.000 metros cuadrados. Uno de los inmuebles albergará los despachos de los senadores -uno para cada uno, de modelo único y equipado con la última tecnología de telecomunicaciones- y los servicios administrativos de la Cámara, y el otro edificio acogerá el hemiciclo y la zona deportiva, compuesta por la piscina, dos saunas, dos vestuarios con duchas y un área que podrá ser utilizada como gimnasio.
El presidente del Senado, Juan José Laborda, fue recibido ayer por el Rey, al que informó del proyecto de reforma de la Cámara alta.
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