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El retraso, del 'Plan Felipe' perjudicará sobre todo a las inversiones en trenes de cercanías

Los representantes del Ayuntamiento de Madrid y de la Comunidad mostraron ayer su preocupación y rechazo ante el anuncio hecho en Washington por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, sobre el retraso de un año que sufrirá el Plan de Actuación y Financiación del Transporte Público para el cuatrienio 1990-1993, conocido popularmente por plan Felipe, a causa del ajuste económico que prepara el Gobierno de la nación. Al parecer, la contención del gasto se concretará en la reducción en un 20% de las obras de infraestructura y compra de material móvil para la red de cercanías ferroviarias, aunque también puede afectar a las inversiones en carreteras.

El denominado plan Felipe, cuyo presupuesto para Madrid es de 531.000 millones de pesetas, ya incluyó una cláusula de revisión y cancelación "cuando circunstancias de carácter excepcional y no previsible impidan el logro de los objetivos", o "cuando el Gobierno, por razones de interés general, lo considere conveniente".El consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Luis Alejandro Cendrero, aseguró ayer que el Ministerio de Hacienda le ha garantizado formalmente, a través del secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, que no habrá "ninguna reducción en las inversiones previstas en el convenio para el contrato programa del Metro y la ampliación de la red de este transporte".Ritmo más lento

Cendrero reconoció que se ha visto "sorprendido" por las declaraciones de Solchaga, y no descarta que la Administración central pueda reducir el ritmo de sus inversiones en los programas de carreteras de acceso a Madrid y en el plan de ferrocarriles de cercanías. En opinión del consejero, Hacienda pretende ampliar el número de anualidades para la ejecución de los proyectos de transportes recogidos en el plan Felipe.

Fuentes consultadas por este periódico indicaron que, en efecto, es previsible que el ajuste económico afecte principalmente a las inversiones previstas en la mejora de la red de cercanías ferroviarias, que se verían reducidas en un 20%, y no descartaron que se vean afectadas también las inversiones en carreteras.

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En el plan Felipe, el Estado presupuestó 61.000 millones de pesetas para obras de infraestructura ferroviaria (incluidos los 14.000 millones que estaban en marcha en el momento del acuerdo), 50.000 millones en la compra de 100 unidades de cercanías (la mitad de las previstas para toda España) y 188.000 millones en carreteras, presupuesto que incluía el convenio MOPU-Ayuntamiento-Comunidad.

Julián Revenga, director gerente del Consorcio Regional de Transportes, no cree tampoco que la reducción del plan Felipe afecte a la subvención que el Estado se comprometió a aportar por viajero transportado ni a las inversiones previstas por las compañías del Metro y de la Empresa Municipal de Transportes. "El Ayuntamiento y la Comunidad ya tienen que hacer un esfuerzo económico tremendo para cubrir su parte en la subvención del transporte público y no podrían paliar una reducción en la aportación estatal", dijo Revenga.

Según las previsiones del plan Felipe, el Estado acordó dedicar en el cuatrienio 19901993 unos 73.000 millones (20 pesetas por viaje) con el fin de potenciar la utilización del transporte público e invertir en metro y autobuses urbanos. La aportación del Ayuntamiento y la Comunidad a estos objetivos fue fijada en 105.000 millones.

Revenga indicó que no cree tampoco que, de producirse un ajuste económico, éste afecte a las inversiones previstas para ampliar la red del metro. El Estado, en el plan Felipe, aceptó dedicar 20.000 millones para concluir la línea 6, a condición de que la Comunidad se encargara de invertir 34.000 millones en la prolongación de otras tres líneas subterráneas.Camino fácil

El alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, dijo ayer que hacer recaer el ajuste que pretende llevar el Gobierno sobre estas infraestructuras "sería condenar al aislamiento a España y a las grandes ciudades españolas. De nuevo se elige el camino fácil de recortar las inversiones, de nuevo se escoge el camino malo". Rodríguez Sahagún lamenta el anunciado retraso de las inversiones aprobadas por el Consejo de Ministros en la pasada primavera.

El alcalde centrista considera que el reto del año 1993 será "difícilmente asumible por España si no tenemos las infraestructuras de servicios y comunicaciones necesarias. La falta de autopistas y comunicaciones rápidas afecta negativamente a nuestra productividad y aparato productivo".

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Leguina, partidario de racionalizar los gastos por la subida del precio del crudo

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El presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, manifestó ayer,a Servimedia que, pese a que carecía de la información suficiente sobre el recorte del plan, comprendía la situación creada por el nuevo precio de los crudos y se mostró partidario de racionalizar los gastos.

José María Álvarez del Manzano, primer teniente de alcalde y portavoz del grupo municipal del PP, aseguró que el Ayuntamiento de Madrid no tiene aún ninguna noticia oficial. "Vernos con preocupación los retrasos que sufren las obras de infraestructura por lo que cualquier parón en estas obras va a provocar que se incumpla. su función social. De confirmarse el retraso se produciría un grave incumplimiento en la atención a los ciudadanos, por lo que deberíamos ajustar nuestros programas para paliar en lo que podamos los efectos negativos".

"Me parece preocupante y una vuelta atrás en la política económica del Gobierno, ahora que había dejado de fabricar armas y había comenzado a fabricar viviendas", manifestó José Luis Garro, tercer teniente de alcalde y coordinador municipal de Urbanismo. "Una decisión en este sentido choca además con las manifestaciones de las últimas semanas, según las cuales los temas de infraestructura y vivienda no iban a sufrir recortes pues son elementales para el país. Sería lamentable que se adoptara una decisión de estas características", dijo Garro.Repercusiones negativas

Manuel Mariscal, responsable de transporte de UGT Madrid, considera que las consecuencias del recorte anunciado por Solchaga serán "tremendamente negativas". Esta central denunció hace 10 días el retraso de las inversiones para la ampliación de la red del Metro. "Cuando la red de transporte público de Madrid sufre un atraso de 15 años, prolongar su reforma y adaptación sólo servirá para incrementar el colapso en los desplazamientos", señaló Mariscal.UGT considera que el 60% de las líneas de metro y autobús de la región ya están saturadas. El cierre de la línea 6, la prolongación del metro hasta Vallecas (línea 1) y la conexión en el centro de la ciudad (en el paseo de la Castellana) de las líneas 7, 8 y 10, carece aún de proyectos definidos o inversiones programadas, según esta central.El portavoz de UGT anunció que exigirá a la Comunidad, con quien suscribieron los acuerdos sociales sobre la base de la Propuesta Sindical Prioritaria, que mantenga las partidas presu.puestarias para la mejora de comunicaciones y la potermiación del transporte público.

Mientras, el grupo parlamentario de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid expresó asimismo su "rechazo total a todo lo que suponga atrasar compromisos ya adquiridos con los ciudadanos". IU pedírá la comparecencia del Joaquín Leguina para que se pronuncie sobre este tema.

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