Los gremios sandinistas desoyen la llamada de Chamorro a la concertación

La primera ronda de conversaciones sobre la propuesta del plan de ajuste económico del Gobierno nicaragüense, a la cual las organizaciones gremiales afines al Frente Sandinista no asistieron, volvió a abrir la fosa que separa los intereses de esta fuerza política de oposición y los del Gabinete de Violeta Chamorro. El FSLN ha convocado mítines el próximo lunes, Día de Protesta Nacional contra el Hambre y el Desempleo.

Mientras, el ministro de Economía, Silvio de Franco, hacía un llamamiento a la concertación, porque "estamos al borde del colapso como ningún otro país, y no existen varitas mágicas ni hadas madrinas". El sandinismo rechazaba lo que llamó "una negociación a espaldas del pueblo", instando al mismo tiempo a los diferentes sectores sociales a "luchar directamente en defensa de sus derechos".El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ha pospuesto incluso la realización de su congreso para el mes de julio de 1991, alegando que la situación del país merece concentrar sus esfuerzos en impedir un "estallido social".

Después de casi dos meses de relativa calma, los dos principales periódicos locales, La Prensa, propiedad de la presidenta Chamorro, y Barricada, órgano oficial del FSLN, ilustran a diario hasta qué punto la polarización sigue teniendo un papel protagonista.

Mientras Barricada publicó el martes un documento que resume las principales conclusiones adoptadas por la Asamblea Sandinista el pasado día 22, caracterizando al Gobierno como "burgués y pronorte americano", La Prensa acusa al sandinismo de "preparar una asonada [huelga] en abierto desafío a la legalidad constitucional".

Todo empezó el pasado día 14, cuando. el Gobierno convocó a diversas organizaciones gremiales de productores y trabajadores para iniciar la concertación, cuyo propósito es, según el Gobierno, "frenar la inflación y poner la casa en orden para obtener futuros créditos". Pero ni las organizaciones gremiales sandinistas ni las del Consejo Superior de la Empresa Privada asistieron a esta primera ronda.

Un ambiente más propicio

Según un comunicado del FSLN publicado el lunes, en los primeros días de septiembre hubo encuentros entre altos funcionarios del Gobierno y representantes sandinistas para promover un ambiente propicio y así dar inicio a la concertación.Sin embargo, el Gobierno decidió convocar de forma unilateral a las conversaciones, lo que provocó la aparente irritación de los sandinistas, quienes ahora reclaman falta de clima de confianza y credibilidad, y de verdadera voluntad del Gobierno en buscar la estabilidad del país. Mientras tanto, los funcionarios del Gobierno expusieron su plan económico, previsto para despegar con un severo ajuste del gasto público.

Quince mil empleados estatales, la mayoría trabajadores de sanidad y educación, y 10.000 miembros del Ejército Popular Sandinista serán despedidos, junto a unos 3.000 empleados de la banca estatal.

La eliminación total de los subsidios gubernamentales a servicios públicos y empresas estatales, y fuertes restricciones de los créditos bancarios al sector productivo estatal y privado, son, entre otras, las principales medidas contempladas en el plan gubernamental.

Este plan forma parte de las negociaciones que funcionarios nicaragüenses han mantenido con el Fondo Monetario Internacional y con el Banco Interamericano de Desarrollo, a fin de obtener financiación.