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El temor a una inminente guerra desata el nerviosismo

Las beligerantes declaraciones del líder iraquí Sadam Husein realizadas durante el fin de semana produjeron importantes descensos en las bolsas internacionales, al tiempo que el oro y el petróleo se situaba al alza. Aparentemente los inversores temen que el estallido de un conflicto bélico en el Golfo sea inevitable. Por tanto, ante la posibilidad de que la guerra comience de un momento a otro los inversores se apresuraron a aumentar aún más la liquidez de sus carteras. Ello quedó reflejado en los descensos de los índices bursátiles, que perdieron ayer una media de un 2%. Las caídas más sustanciales se dieron en París, donde el índice CAC cayó 40 puntos, para cerrar prácticamente en su nivel psicológico.El precio del petróleo se aproximó a los 40 dólares por barril en los contratos para entrega inmediata, confirmando con ello los pronósticos realizados por los analistas al comienzo del conflicto. Otro de los indicadores que confirman el aumento de la tensión en el Golfo es el precio del oro, que subió 10 dólares por onza, para quedar en torno a los 400 dólares.

Mientras, en los EE UU la bolsa de Nueva York registraba importantes descensos, acercándose el índice Dow Jones a los niveles más bajos del año. En efecto, al cierre de la sesión el índice arrojaba un saldo negativo de 59,4 puntos, acompañado por un volumen de contratación superior al de los últimos días. En opinión de los analistas, no es posible en estos momentos realizar un pronóstico respecto al comportamiento de la bolsa en las próximas semanas, pues todo depende del desarrollo de la crisis del Golfo.

El dólar se vio perjudicado, cotizando en Londres a 1,5575 marcos, en comparación con los 1,5755 marcos al cierre del viernes.

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