El juez envía a prisión al compañero del presunto etarra muerto en Pamplona

El juez central de guardia de la Audiencia Nacional ordenó ayer el ingreso en prisión de Bautista Barandalla y decretó la libertad de Vicente Gil, detenidos ambos tras el enfrentamiento registrado el pasado martes en Pamplona, que culminó con la desarticulación del comando Amaiur de ETA y la muerte de uno de sus activistas.

El abogado de Herri Batasuna Txerni Gorostiza informó que Bautista Barandalla fue enviado a prisión tras reconocer ante el juez su pertenencia al comando etarra y que su detención se produjo cuando preparaba, junto a otro miembro del grupo, un atentado contra un supuesto traficante de drogas.

Bautista Barandalla relató al juez su versión del enfrentamiento, y dijo que su compañero Mikel Castillo se encontraba desarmado cuando recibió el disparo que acabó con su vida, según dijo Gorostiza.

El abogado añadió que ya se ha personado en el sumario y probablemente presentará una querella contra los policías que intervinieron en un tiroteo.

El detenido Vicente Gil fue puesto en libertad por el juez, "ya que no tiene nada que ver con este asunto", según Gorostiza.

'Comando Araba'

El fiscal solicitará un total de 66 años de reclusión en el juicio previsto para el martes en la Audiencia Nacional contra los seis integrantes del comando Araba de ETA, que presuntamente volaron un depósito de Campsa cercano a la localidad alavesa de Rivabellosa, el 10 de julio de 1987.Los terroristas dispararon cuatro granadas anticarro Heat Rock 82 M de fabricación belga, dos de las cuales alcanzaron un contenedor de un millón de litros de gasóleo que resultó incendiado. Las otras dos granadas lanzadas alcanzaron a otros tantos depósitos de combusatible, pero no lograron perforar sus carcasas. El comando colocó también una bomba de dos kilos de amonal en la empresa Basterra y Zubiaga, que provocó desperfectos en los camiones estacionados en su recinto, así como en edificios colindantes.