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OLIMPISMO

El COI regula los regalos de las candidatas

La 96ª sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) ha decidido regular las visitas y los regalos de las ciudades candidatas para evitar que la generosidad de sus autoridades traspase los límites de la ética. La regulación se incluye en la nueva Carta Olímpica, aprobada ayer, que supuso una nueva frustración para el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, ya que no se han podido introducir los cambios que deseaba en el nuevo texto. La empresa moderna en que quiere convertir el COI no podrá hacerse mientras no tengan poder en el máximo organismo olímpico las federaciones Internacionales (FI) y los comités olímpicos nacionales (CON).

En lo único en que se ha trata do de avanzar en la nueva redacción de la Carta Olímpica es en algo bastante inútil por la cantidad de trucos que habrá para evitar el control: en los gastos efectuados por las candidaturas en regalos e invitaciones a los miembros que luego votan, o en las garantías pedidas a las ciudades aspirantes a organizar Juegos Olímpicos. En este último caso se pedirá un documento del gobierno del país respectivo garantizando que respetará la Carta Olímpica y también seguridades financieras de que podrá organizar los Juegos. En el primero, el tipo de control es tan ambiguo como limitar a una invitación oficial de las ciudades candidatas a sedes de los Juegos a cada miembro del COI. No se dice nada de los extraoficiales, naturalmente, porque pueden ser todos e incontrolables.Decisiones arriesgados

Samaranch, al no lograr más poder para las Federaciones Internacionales (FI) o los Comités Olímpicos Nacionales (CON) en la nueva Carta Olímpica, no ha podido impedir que los miembros del COI, muchos de ellos sin nada que ver o incluso enfrentados por protagonismos con las federaciones sigan decidiendo solos en los asuntos importantes.

Los representantes de los comités olímpicos nacionales y de las federaciones internacionales han tenido incluso embarazosos problemas de protocolo, con gran enfado de los afectados. El mexicano Mario Vázquez Raña, presidente de los CON, y el italiano Primo Nebiolo, de las FI, además del atletismo, fueron expulsados por el protocolo, con sus respectivas esposas, de la recepción ofrecida por los emperadores del Japón media hora antes de la apertura de la 96ª Sesión el pasado domingo. Nebiolo incluso fue sacado de la cola de invitados cuando ya iba a efectuar el saludo.

Por el momento, el único paso que se da en la nueva Carta Olímpica es abrir un apartado especial para las FI, que antes no tenían. Es lo menos que podía ofrecerles de momento Samaranch, cuando ellas han sido la excusa utilizada para solucionar uno de los grandes problemas del olimpismo, la elegibilidad. Es decir, que ellas decidan quiénes participan en los Juegos Olímpicos, sean atletas profesionales, aficionados o cualquiera. Ahora queda más destacado, solamente.

El COI nombró ayer vicepresidente al australiano Kevin Gosper, ya miembro de ella, en sustitución del belga príncipe de Merode, que había doblado incluso su tiempo en el cargo. Gosper, ante la rudeza del que hasta ahora parecía principal aspirante a sucesor de Samaranch, el canadiense Richard Pound, otro vicepresidente, gana puntos en la carrera del futuro.

Hoy, el COI elige otros dos miembros entre seis aspirantes. Tiene muchas posibilidades la venezolana Flor Isava-Fonseca. Sería el consuelo para Samaranch de que algo hispano o latino se mueve, porque después de haber dominado personalmente al mundo sajón en el olimpismo, la victoria de Atlanta en la elección para la sede de los Juegos de 1996 ha sido una sonora bofetada.

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