La CE advierte a Irak que puede causar una guerra

ENVIADO ESPECIALEl primer ministro italiano, Giulio Andreotti, en su calidad de presidente de la Comunidad Europea, lanzó ayer en Estrasburgo una seria advertencia a Irak para que se retire de Kuwait y libere a los rehenes "ante el riesgo de privaciones gravísimas para su población, y la amenaza, aún más trágica, de una guerra devastadora". El pleno del Parlamento Europeo adoptó por abrumadora mayoría una resolución en la que a la condena de la invasión iraquí y la defensa del embargo se une la petición de un plan de la CE para un arreglo equitativo de todos los problemas de Oriente Próximo.

Los tres poderes de la Comunidad Europea (Consejo de Ministros, Comisión y Parlamento) coincidieron en reclamar una solución global en la que, "tras la restauración de la independencia de Kuwait", se ponga fin al problema palestino y a la ocupación de Líbano.La propuesta de arreglo global, aunque no simultáneo -Irak debe primero acatar las resoluciones de Naciones Unidas-, va dirigida a reforzar la credibilidad y el protagonismo de la Comunidad Europea ante el mundo árabe, a la vez que a desmarcarse en este único aspecto de la posición de Estados Unidos, que no quiere mezclar en absoluto el nombre de Israel en esta. crisis.

Ayer en Estrasburgo, el primer ministro Andreotti anunció ante la Eurocámara que los Doce suscribirán el próximo día 27 una declaración conjunta con la URSS en la que se recogerán las posiciones generales sobre Oriente Próximo en su totalidad.

Problemas de Oriente Próximo

La resolución del Parlamento, y en especial las intervenciones de los distintos portavoces de los grupos, entre las que destaca por su insistencia sobre esta vertiente del problema la alocución del líder comunista italiano, Achille Occhetto, pusieron el acento en un plan comunitario que, además de la solución a la crisis del Golfo, pueda contribuir "al reconocimiento de los legítimos derechos del pueblo palestino y del Estado de Israel", así como "a la devolución de su plena soberanía e integridad territorial a Líbano".

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, afirmó en su discurso que si en el conflíito de Irak "triunfa el derecho, nada volverá a ser igual en Oriente Próximo: Israel tendrá que tomar en cuenta esa nueva situación, al igual que las potencias que ocupan Líbano". La tesis comunitaria de que "el Mediterráneo tiene que convertirse en zona de paz" está instrumentada por el aval de exigir también a Israel el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas sobre el conflicto palestino.

La visión de Delors es que Europa también es responsable de la especulación del mundo del petróleo y del "polvorín cargado de amenazas" en que se ha convertido Oriente Próximo.

Durante la década de los ochenta, explicó, los 13 países árabes productores de petróleo obtuvieron ingresos de más de 100 billones de pesetas, que destinaron en un 40% a comprar armas y sólo en un 25% a desarrollo. "Es necesario controlar los abusos especulativos y organizar el mercado del petróleo para que las rentas sirvan para asegurar el desarrollo de una región con flagrantes desigualdades", afirmó.

La resolución del Parlamento Europeo pide una excepción del embargo para los medicamentos y los alimentos esenciales para la supervivencia de la población.

Control internacional

Estos envíos, aceptados en la resolución 661 de Naciones Unidas, deben ser canalizados y pontrolados por las organizaciones internacionales responsables, en opinión del ex presidente francés Valéry Giscard d'Estaing, portavoz del grupo liberal.

Giscard defendió "el bloqueo contra Irak", que no es sino "la verificación del embargo", y aseguró que, si la solución no avanza, "a final de año deberá hacerse una valoración seria de la crisis y de las medidas suplementarias a tomar".

En su opinión, los países européos deben incrementar tanto la intervención militar como las ayudas a los perjudicados por la crisis, en especial los países de Europa del Este, que "además de la subida del petróleo sufren la ruptura del sistema de contratos con la Unión Soviétiva", lo que los ha colocado comercialmente al borde de la catástrofe.