La policía, convencida de que fue un 'comando' etarra el que atentó contra Repsol
Especialistas en lucha antiterrorista de la Guardia Civil y de la Jefatura de Policía de Barcelona y responsables del Gobierno Civil de Tarragona restaron ayer crédito a la reivindicación por parte de los GRAPO del atentado perpetrado el domingo contra las instalaciones de la empresa Repsol e insistieron en atribuir al comando Barcelona de ETA la colocación del explosivo en el rack -haz de tuberías-, como ocurrió el 12 de junio de 1987. Mediante una llamada telefónica recibida en la mañana de ayer en la cadena radiofónica COPE, una voz reivindicó en nombre de los GRAPO los atentados contra la sede del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y contra Repsol.
Las fuentes consultadas afirmaron que no habrá declaración oficial sobre a quién se atribuye el atentado de Tarragona hasta que los especialistas hayan podido examinar el lugar del siniestro para encontrar restos del explosivo. Se espera que el combustible almacenado en las tuberías deje de arder hoy mismo y que pueda comenzar el rastreo de la zona.La investigación sigue considerando como hipótesis más plausible la de que la carga utilizada en el atentado fuera amonal procedente del cargamento localizado en la noche del 23 al 24 de agosto en un vehículo averiado abandonado por el comando Barcelona en la localidad barcelonesa de Sant Cebrià de Vallalta. Como miembros del comando, que logró huir, fueron identificados los etarras Joan Carles Monteagudo, ex militante de Terra Lliure, y Juan Félix Erezuma. En aquella ocasión, los terroristas abandonaron 33 kilos de amonal, cantidad que hizo pensar a la policía en que parte del cargamento había sido apartada con anterioridad.
Las fuentes consultadas indicaron que la anterior militancia de Joan Carles Monteagudo en Terra Lliure le permite una gran movilidad en Cataluña, y más concretamente en la provincia de Tarragona, donde existen grupos de apoyo de independentistas radicales partidarios de la lucha armada.
Monteagudo y Erezuma viajaban en un Opel Corsa con matrícula falsa de Barcelona, con el mismo número que un coche idéntico cuyos propietarios pasaban sus vacaciones en la Costa Dorada (Tarragona).
La coincidencia en el número de matrículas puso alerta a la Guardia Civil, que intensificó la vigilancia en la zona de Tarragona, incluidos los alrededores de las instalaciones de Repsol y del rack, desde la refinería situada en La Pobla de Mafumet hasta el pantalán en las costas de La Pineda, distante unos 20 kilómetros. Las 25 tuberías del rack discurren 14 kilómetros al aire libre desde el puerto hasta que se entierran bajo el lecho del río Francolí. Pese a la vigilancia, la zona, por su extensión, es fácilmente accesible por distintos puntos.
El gobernador civil de Tarragona, Ramón Sánchez, confirmó ayer que los autores del atentado colocaron sólo una carga explosiva y que la segunda deflagración, registrada 24 minutos después, fue ocasionada por la rotura posterior de una tubería del rack.
La bomba del pasado domingó afectó a tres tuberías que transportan propano, butano y propileno, gases que sólo deflagran en contacto con el oxígeno y siempre a causa de un agente externo, como una chispa. Técnicos de Repsol inyectaron ayer agua y nitrógeno en las conducciones para arrastrar el producto acumulado con el fin de acelerar su combustión.
La refinería de Repsol en Tarragona entrará hoy de nuevo en funcionamiento, según comunicó ayer la empresa, que ha valorado en unos 400 millones de pesetas las pérdidas ocasionadas por el atentado terrorista contra sus instalaciones.
Se espera que el tráfico quede restablecido hoy en la línea férrea Valencia-Tarragona y en la, autovía Salou-Tarragona. Hoy será desactivado el plan de emergencia del sector químico de Tarragona (Plaseqta).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.