El FMI pide se adopten medidas con rapidez

Una respuesta rápida, precisa y sin los errores cometidos en anteriores crisis es "esencial", según el Fondo Monetario Internacional, para que los efectos del actual shock del petróleo no lleven a una crisis económica mundial con la magnitud de las dos anteriores (en 1973 y 1979). El Fondo Monetario Internacional, en un anexo a su informe sobre las perspectivas de la economía mundial que ha elaborado tras la invasión de Kuwait, asegura que les esencial que las autoridades garanticen que las políticas económicas no se verán desbordadas por los acontecimientos y que no volverán a cometerse los errores del pasado".

La incertidumbre sobre cuál va a ser la respuesta a la crisis de las autoridades al encarecimiento del petróleo es, a juicio del FMI, tan responsable como la propia crisis del derrumbe que sufrieron los mercados financieros durante el mes de agosto. "En buena medida, la reacción de los mercados financieros puede atribuirse a la indefinición de la situación".

El FMI también advierte contra los "errores del pasado". El principal fue, según este organismo internacional, no trasladar rápidamente la subida del crudo en los mercados internacionales a los precios interiores de la energía. Los gobiernos, según el

FMI, deben adoptar una política económica que lleve a mantener el crecimiento nominal de la economía, es decir, la tasa de crecimiento incluyendo los precios. Como estos últimos subirán por el shock petrolero, se sacrificará el crecimiento real, pero la recuperación será más rápida.

El informe del FMI parte de una hipótesis bastante optimista, por la que el precio del barril de petróleo se estabilizaría en el entorno de los 25 dólares. Con este escenario, el crecimiento económico se reduciría en medio punto tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo. que están especializados en la exportación de bienes manufacturados.

Países en desarrollo

El efecto será más negativo para los países en desarrollo que exportan, principalmente, materias primas, con una excepción obvia: los exportadores de crudo. Estos últimos verán como su crecimiento económico aumenta en los puntos de media este año y en 4,5 puntos en 1991.La bonanza económica para los productores de crudo se traducirá en un fuerte incremento de sus importaciones que podrán pagar sin problemas con los nuevos precios del petróleo. Los elevados tipos de interés a que llegará la crisis en el mundo serán así prácticamente la única cortapisa a la expansión económica que sufrirán estos países.

El resto del mundo se situará en el lado opuesto. Los que peor lo tienen, según el Fondo, no son los países industriales sino los países en desarrollo que dependen del crudo y que están intentando reestructurar sus economías. "Los efectos de un petróleo más caro, mayores tipos de interés y una crisis mundial que debilitará aún más su reducida demanda externa pueden ser catastróficos". El FMI asume que estos países, en su mayoría deudores, necesitarán un reajuste de sus necesidades financieras que tendrá implicaciones en sus compromisos con el organismo internacional. De cualquier forma, añade, cualquier modificación debe verse caso a caso.

El informe del FMI concluye, no obstante, que los efectos negativos de la crisis se superarán a medio plazo, por lo que no se ve necesaria la modificación de las grandes líneas de la política económica. Este optimismo se apoya en la asunción de un escenario optimista, por el que el petróleo se estabilizaría en el entorno de los 25 dólares. Con todo, anima a la adopción de medidas que mejoren la eficiencia y la productividad de las economías y reduzcan su dependencia del petróleo.