lrak retrasa la anunciada salida de mujeres y niños occidentales

Las promesas de Sadam Husein son una cosa, y su puesta en práctica, otra, tal como refleja el lento proceso burocrático levantado para retardar la salida de las mujeres y niños occidentales de Irak. Está contradicción ya se había advertido en días pasados; pero, ayer, las dificultades superaban la incompetencia administrativa del aparato estatal. El visado de salida constituye un requisito nuevo que remite a la voluntad de una instancia superior. Sólo seis occidentales, entre ellos tres españoles, pudieron cruzar la frontera, pese a que Bagdad anunció que 237 rehenes disponían ya del permiso.

Dos españolas y el hijo recién nacido de una de ellas, una británica un alemán y una finlandesa llevaron ayer a Ammán en dos vuelos de la compañía Iraqui Airways, la única conexión aérea de Bagdad con el exterior. Tanto el ciudadano alemán, de origen argelino y que mantuvo el anonimato, como la joven finlandesa Suleima Masida, de 17 años e hija de un médico iraquí, o la británica May Barakat, también de 17 años, se encontraban en Irak de vacaciones cuando se produjo la invasión de Kuwait.Además, dos niños con pasaporte norteamericano llegaron en uno de los aviones, pero su madre, de nacionalidad jordana, aseguró que tenían cita en un hospital y regresarían a Bagdad en cuanto terminaran. Estos casos, como los de las dos españolas, parecen, en principio, al margen de la promesa del presidente Sadam. Según la agencia oficial de noticias iraquí, Ina, 237 mujeres y niños que permanecían retenidos han recibido permiso para salir de Irak, mientras que otros 28 han decidido quedarse. Ina no especifica ni la nacionalidad ni la identidad de esos ciudadanos o cuándo van a viajar.

[El Gobierno iraquí autorizó anoche a un aparato de la compañía británica Virgin Atlantic a dirigirse a Bagdad para evacua a 140 mujeres y niños, indicó un portavoz de la compañía, informa France Presse]. El líder iraquí anunció el pasado martes que las mujeres y niños originarios de Estados Unidos, Europa occidental y Japón podían abandonar el país si así lo deseaban. El gesto, presentado como un "mensaje de paz" por Bagdad, no iba acompañado de precisiones sobre el- modo en que se llevaría a cabo, por lo que fue tomado con recelo por los Gobiernos afectados. Para éstos se trataba de una nueva operación de relaciones públicas.

Pasada la euforia del primer momento, las dificultades comenzaron a aparecer. Visados de salida, listas de candidatos, justificantes del pago de, impuestos, entre otros, extendieron ayer la duda sobre las posibilidades de concreción de la promesa.

Proceso engorroso

El proceso resulta engorroso. Las autoridades de Bagdad solicitan los nombres de todas aquellas personas -sólo mujeres y niños- que deseen marcharse de Irak. Esta medida ha provocado el recelo de las cancillerías extranjeras, que temen que puedan servir para detener a los maridos de las mujeres que se inscriban. Aún así, las embajadas comenzaron ya anteayer la elaboración de los listados. Durante todo el día de ayer prosiguió. la colecta de los pasaportes de los interesados. A continuación, los representantes diplomáticos deberán llevar dichos documentos al Ministerio del Interior para la obtención del visado de salida.

Este procedimiento hace temer que la salida de los primeros grupos se retrase al menos hasta el sábado. La colonia extranjera se encuentra dispersa por el país (algunos en Kuwait) y para cumplir los requisitos se necesita viajar a la capital.

"En mi opinión, harán falta varios días antes de que la promesa del presidente pueda ponerse en práctica", ha asegurado un diplomático occidental a una agencia de noticias en Bagdad.

En total, varias decenas de miles de ciudadanos occidentales se encuentran todavía en Kuwait e Irak, de los que alrededor de un tercio se calcula que son mujeres y niños. Además de unos 7.500 europeos (de los que 4.500 so n británicos), 3.600 norteamericanos, 800 canadienses y 160 australianos, también amenazados después de que su Gobierno decidiera el envío de dos fragatas al golfo Pérsico. Junto a ellos, 8.000 soviéticos y 10.000 yugoslavos, que, con egipcios y asiáticos (mucho más numerosos) con la excepción de los japoneses,' han quedado de momento al margen de amenazas iraquíes.

La agencia oficial de noticias iraquí, Ina, criticó de forma virulenta ayer la decisión de Tokio de ofrecer una ayuda de 1.000 millones de dólares a la fuerza multinacional desplegada en el Golfo. Para Ina, se trata de un atentado "contra la dignidad del pueblo japonés", al que convierte en "parte activa de la agresión que dirige EE UU y que puede desencadenar una guerra en la región que continúa siendo la principal proveedora de energía para Japón".