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GUERRA EN EL GOLFO

La oposición interna a Sadam

Integristas islámicos, kurdos, nacionalistas e izquierdistas, divididos por religión, situación económica, ideología y etnia

GLENN FRANKE (wp)Un grupo se siente especialmente legitimidado para decir: "Os lo advertirnos". Se trata de la dividida oposición política iraquí.

Suprimida rudamente en casa, ignorada, denigrada y a veces traicionada por Occidente, y dividida sin remedio, la oposición a Sadam Husein ha advertido en varias ocasiones sobre las aspiraciones expansionistas del presidente iraquí y su disposición a utilizar armas para provocar destruciones masivas.

Incluso con el Golfo en crisis, siguen siendo profetas sin tierra. Muchos analistas occidentales no tienen en cuenta a la oposición iraquí y la consideran demasiado débil como para jugar un papel significativo a la hora de derrocar a Sadam Husein.

"No nos parecen especialmente efectivos", dijo un funcionario del Departamento de Estado norteamericano quien, a lo largo de este mes, ha renunciado a reunirse con un dirigente del movimiento guerrillero kurdo iraquí.

A pesar de todo, los disidentes exilados insisten en que podrían desempeñar un papel importante porque tienen conexiones con jefes militares dentro de Irak que se oponen al Gobierno de Sadam Husein y con la población, de la que due aseguran que es cada día más pasiva.Reconocimiento

"Si se van a producir cambios en Irak, deben proceder del interior", dice Hoshyar Zebari, portavoz del Frente Democrático del Kurdistán, una coalición de movimientos kurdos. "Si Estados Unidos y Occidente quieren asistir a un cambio democrático en Irak, deben reconocer a la oposición y sus objetivos", añade.

La oposición es una colección fragmentada de integristas islámicos, kurdos, nacionalistas e izquierdistas que se encuentran divididos por razones religiosas, económicas, ideológicas y étnicas.

Algunos son fieros partidarios del nacionalismo iraquí, mientras otros apoyan una alianza con Siria o incluso con la Unión Soviética. La mayoría son reticentes ante los Gobiernos occidentales que han financiado y aprovisionado a Sadam Husein durante la década pasada.

Desde que el Baaz, el partido de Sadam, subió al poder en 1968, ha practicado una táctica de divide y vencerás frente a la oposición, cortando negociaciones con varios grupos, enfrentando entre sí a facciones separadas e imponiendo un reino de terror.

Según Amnistía Internacional, en 1985 las fuerzas de seguridad detuvieron a 300 niños, cuyos padres fueron acusados de formar parte de grupos activistas, Al menos 29 fueron ejecutados. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU considera oficialmente desparecidos a 2.876 iraquíes.

Los movimientos de oposición comparten dos rasgos: todos han sido ' reprimidos por Sadam y anhelan derribar a éste. Pero, según los analistas, cada grupo por sí mismo es ineficaz y debe aprender a confiar en los demás para ser una fuerza capaz.

La izquierda, encabezada por el Partido Comunista, fue suprimida por, la fuerza, incluidos asesinatos, a finales de los setenta cuando rompió su alianza con el Baaz. La mayoría de los expertos no lo consideran como factor de cambio.

Más potente es el movimiento integrista basado en la numerosa comunidad shií. Cerca del 55% de los 17 millones de iraquíes es shií. El partido integrista más numeroso (Dawa, la llamada en árabe) fue prohibido en 1980, cuando varios de sus líderes fueron ejecutados y miles de sus partidarios expulsados a Irán. Dawa y varias facciones shiíes se han unido bajo la bandera de la Suprema Asamblea de la Revolución Islamica, apoyada por Irán.

La base iraní de los shiíes es una importante fuente de apoyo y su mayor garantía. Durante la guerra con Irak, Irán dió dinero, armas y apoyo moral a los integristas iraquíes, pero los analistas aseguran que, desde el alto el fuego, en 1988, el apoyo ha descendido y los shiíes han adoptado una posición mas discreta. El shiísmo iraquí también separa a los integristas de la élite suní, que tiene casi en exclusiva la autoridad religiosa. Esta élite puede que tenga miedo a Sadam, dice un disidente iraquí en Londres, pero teme más aún a los shiíes.

Hay, además, cuatro millones de kurdos, una minoría étnica con larga tradición de resistencia armada a Bagdad. Tras años de combates intermitentes con la guerrilla, el ejército iraquí dirigió toda s u atención al Kurdistán tras su alto el fuego con Irán, arrasó 3.000 pueblos, hizo huir a decenas de miles de kurdos a Turquía y a Irán y utilizó armas químicas contra varias localidades kurdas. Hubo miles de muertos.El éxodo de los kurdos

Los ataques químicos destrozaron a la resistencia e incrementaron el éxodo de miles de kurdos a Turquía. Los lideres kurdos admiten que les ha costado dos años reorganizarse y lanzar nuevos ataques desde el interior de Irak. El movimiento, que llegó a tener 30.000 guerrilleros, ahora solo suma unos miles. Pero los líderes kurdos aseguran que el ejército iraquí está retirando cientos de carros de combate, armamento pesado y tropas de las montañas kurdas para apoyar su frente sur con Kuwait, y están planeando intensificar su propia campaña.

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