El despliegue policial en el País Vasco se acordó ayer, tres años depués de pedirlo el Parlamento

Las administraciones central y vasca consiguieron llegar ayer a un acuerdo que permitirá la aprobación de los criterios de adecuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la comunidad vasca durante la reunión que la Junta de Seguridad celebrará hoy en Vitoria. El Parlamento autónomo reclamó esos criterios en 1987. La coincidencia en el fondo que ya habían manifestado los nacionalistas ha hecho que, tras un mes de conversaciones telefónicas entre las dos administraciones, se hayan podido solucionar los problemas terminológicos que aplazaron en julio la aprobación del documento.

El Cuerpo Nacional de Policía se retirará hacia las capitales, la Ertzaintza (policía autonómica vasca) acabará su despliegue en 1996 y la Guardia Civil se replegará hacia las costas. Sin embargo, el carácter militar de este cuerpo puede condicionar su adecuación a los intereses nacionales. Los tres cuerpos policiales cohabitarán con un modelo de coordinación ya definido.El orden del día de la Junta de Seguridad del País Vasco, desbloqueada tras la reunión que ayer mantuvieron representantes de la Consejería de Interior y de la Delegación del Gobierno, incluye el despliegue de la Ertzaintza -6.500 agentes en 1996-, y el modelo de coordinación para los tres cuerpos policiales que convivirán en la comunidad autónoma. Sin embargo, -el punto conflictivo hasta ayer era el documento elaborado por el Ministerio de Interior con los criterios de adecuación de las Fuerzas y Cuerpos del Estado (FSE) en el País Vasco.

El pasado 11 de mayo la parte nacionalista dejó sentados a los representantes de la Administración central por desacuerdos en el contenido del documento. Desavenencias que se volvieron a hacer patentes durante el mes de julio, aunque en esta ocasión eran tan sólo de forma.

Palabras cambiadas

Varias palabras habían sido cambiadas en el ministerio, a pesar del acuerdo firmado unos días antes por los dos titulares de Interior, y la Junta de Seguridad volvió a ser aplazada. La de hoy será la tercera reunión, y tanto la consejería como la Delegación del Gobierno confían en que "sea la vencida".

La Junta de Seguridad dará hoy con su reunión un importante avance al mapa policial en el País Vasco. El plan de despliegue prevé un aumento desde los actuales 4.000 agentes hasta 6.500 -cifra revisable al final del proceso- y, por otra parte, el borrador de la Ley de Plantillas presentada por Madrid a los sindicatos policiales establece una reducción desde los 4.000 policías nacionales, actualmente destinados en la comunidad autónoma, hasta los 1.500.

Mientras la Ertzaintza irá ocupando la geografía vasca, el Cuerpo Nacional de Policía se replegará hacia las tres capitales y la Guardia Civil se hará cargo de los puestos fronterizos de mar. En la actualidad, el Cuerpo Nacional de Policía está instalado, además de en las capitales, en Irún, Pasaia, Éibar, Santurtzi, Portugalete, Barakaldo, Getxo y Basauri.

Sin embargo, el carácter militar de la Guardia Civil podría suponer un importante condicionante para la reducción de sus efectivos. Este hecho puede suponer que, de producirse una adecuación de este cuerpo policial, se haga más en función del Plan de Defensa Nacional que del progresivo despliegue de la policía autonómica. '

No hay cifras

En los tres folios con los criterios establecidos por el ministerio no se habla de números, pero se cita que la adecuación se hará con las plantillas necesarias para el ejercicio de las funciones asignadas en el Estatuto de Autonomía vasco. Concretamente, las definidas como extra o supracomunitarias, puertos y aduanas, y aquellas para las que es necesaria la coordinación como el terrorismo.

El documento que aprobará hoy la Junta de Seguridad recoge las aspiraciones. nacionalistas, al definir adecuación como una sustitución progresiva de las Fuerzas de Seguridad del Estado, dentro de un proceso deseablemente coetáneo para que la Ertzaintza asuma las responsabilidades que le correspondan.

Los tres cuerpos policiales cohabitarán en el País Vasco en torno a un modelo de coordinación que el Gobierno central quiere que sea permanente. La coordinación se completaría con cursos de ascenso y especialización conjuntos.