Estepona, en guerra
Soy uno de los miles de afecta dos por la plaga de ruidos que desde hace unos años venimos padeciendo miles y miles de sufridos ciudadanos.Compramos un apartamento en el Puerto Paraíso, de Estepona, y cuál no fue mi espanto al comprobar que un sitio antes relativamente tranquilo y precioso se ha convertido en el mayor de los infiernos.
En las noches aquello es la guerra, imposible oír en casa la televisión, una conversación, y no digamos dormir; esto es imposible hasta con tapones en los oídos.
Todas estas desdichas vienen a raíz de que el alcalde, señor Sánchez Bracho, en contra de la opinión de casi todos los restaurantes y demás locales comerciales del puerto, y la negativa total de los más de 350 vecinos de esta urbanización, diera licencia de apertura a unos cinco pubs, que han convertido este lugar, antes bastante tranquilo y maravilloso, en la guerra.
Nosotros padecemos día a día los ruidos y los pubs incumplen, constante e impunemente, las normas sobre control de ruidos.
Hemos recurrido a todo lo habido y por haber: denuncias, cartas al alcalde, gobernador civil, reuniones en el Ayuntamiento, etcétera. ¿Resultado? Cero, cero, cero.
Para poder disfrutar del derecho que todo el mundo tiene al descanso hemos tenido que regresar a casa antes de terminar nuestras vacaciones para poder echar un sueñecito.
Me siento contribuyente, pero no ciudadano con derechos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.