La ONU autoriza la fuerza para imponer el embargo a Irak
El secretario general de las Naciones Unidas ofreció ayer su mediación personal en el conflicto del golfo Pérsico pocas horas después de que el Consejo de Seguridad autorizase el uso de la fuerza para imponer el embargo a Irak. La resolución 665 no satisface por completo las aspiraciones norteamericanas, ya que se evita la palabra fuerza, aunque se incluye implícitamente. El secretario general de la ONU propuso una entrevista, la próxima semana, en Nueva York o Ginebra, con el jefe de la diplomacia iraquí, Tarek Aziz.
El texto de la ONU insta a "los Estados miembros que cooperan con el Gobierno kuwaití y despliegan fuerzas navales en la región" (una forma de excluir a Israel) a que utilicen 1as medidas proporcionadas a las circunstancias concretas" para "detener todo el transporte marítimo que entre y salga" de Irak y Kuwait y para "inspeccionar y verificar cargamentos y destinos".Sólo las abstenciones de dos de los 15 miembros del Consejo, Yemen y Cuba, impidieron la unanimidad.El líder iraquí, cada vez más aislado internacionalmente, se dejó ver ayer por segunda vez en tres días, en esta ocasión junto al presidente austriaco, Kurt Waldheim, y lanzó un doble mensaje: de guerra y de paz. El primero, que devolverá columnas de cadáveres a cualquier país que ose atacarle. El segundo, que está dispuesto a recibir al secretario general de la ONU en Bagdad para dialogar sobre la crisis del Golfo; así lo expresó el presidente iraquí en una conferencia de prensa con Kurt Waldheim.
Un síntoma más de que Sadam Husein está abierto a una solución que evite la guerra es que final mente no cumplió su amenaza de desalojar las embajadas en Kuwait. El ultimátum -que, de haberse hecho efectivo, habría sido considerado por vanos paises, entre ellos EE UU, como un acto de guerra- venció a primera hora de la mañana sin intervención militar. Bagdad advirtió anoche que ahorcará a aquellos que escondan a cualquier extranjero residente en Irak o Kuwait
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