La guerra de la radio
"A los soldados norteamericanos en el desierto saudí, de interés para aquellos que están en peligro y podrían perder la vida", anuncia una voz en mal inglés, y su mensaje se expande sobre el calcinante paisaje saudí.De inmediato, un mensaje rival parte desde otro punto del Golfo: "Sadam os ha engañado. Adelante, abandonad las armas y uníos a nosotros". Se trata de la emisora que controla el Gobierno kuwaití en el exilio.
La guerra de propaganda ya ha estallado en el Golfo mientras los soldados americanos esperan una posible orden de ataque. Las emisoras rivales intercambian insultos como "infiel", "traidor" y "Úrano", en un intento de minar la moral del enemigo.
La radio iraqui se dirige a los soldados americanos recordándoles la distancia que los separa de sus mujeres: "Tu mujer te está esperando. Tal vez tengas una amante, ella también te espera..., no olvides lo que hacen los emires del petróleo con las chicas norteamericanas", repite el locutor en su mal inglés.
En perfecto árabe, otra emisora se dirige a los musulmanes: "Aquí La Meca. Tened piedad de la tierra santa del islam que ha sido tomada por los infieles norteamericanos. Salvad los dos santuarios sagrados de las manos norte- americanas y de la familia real saudí. El rey Fahd es un lacayo del imperialismo".Desde el exilio
La radio kuwaltí en el exilio se remonta, a antiguos pasajes históricos para justificar la petición de ayuda de los países del Golfo a tropas extranjeras.
El locutor cuenta cómo, en los primeros días del islam, los musulmanes que soportaban el acoso de los árabes infieles en La Meca solicitaron la ayuda del negus de Etiopía, ,,un rey cristiano". Y añade: "Mahoma les dijo que lo hicieran, pero esto es una traición al nacionalismo árabe según el Baaz [el partido gobernante en Irak].
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