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Uno de los mayores traficantes de armas del mundo era proveedor de Oubiña, según el auto de prisión

El ciudadano sirio Munzer al Kassar, considerado como uno de los mayores traficantes de armas del mundo, era uno de los proveedores del presunto jefe gallego Laureano Oubiña. Así lo recoge el auto por el que Oubiña está en prisión preventiva desde el 12 de junio. El auto no describe a Al Kassar, sino que le menciona como suministrador de drogas y añade que también podría haber facilitado la venta ilícita de armas. Al Kassar vivió legalmente en España hasta 1987, como dueño de una gran mansión en Marbella y un piso en Madrid, y desde entonces ha habido rumores sobre retornos esporádicos.

En el folio 1.586 del sumario 13/90, abierto por el juez Garzón, se incluye una sucinta información de la. policía española sobre Al Kassar. Da cuenta de un expediente de expulsión de España, incoado en 1987, al amparo de la ley de extranjería. De la misma información se deduce que este expediente ha caducado.La dirección de la policía describe a Al Kassar como parte de una familia de cuatro hermanos que están considerados como personas relacionadas con el tráfico de armas y de drogas". También precisa: "Nunca ha sido detenido en España". Pero Al Kassar sí fue retenido en Marbella, el 22 de agosto de 1987, por cuatro funcionarios policiales, tras lo cual fue expulsado por segunda vez del territorio español, después de haber violado la, primera prohibición de entrada.

Las autoridades del Reino Unido, Francia y otros países han tomado medidas similares con Al Kassar en diversos momentos. Sin embargo, la situación del ciudadano sirio -que utiliza pasaportes de diversas nacionalidades- es ambigua, tal vez- a causa de contactos con servicios secretos occidentales, necesitados de buenas relaciones en Oriente Próximo.

Informes periodísticos publicados hace años -por ejemplo, los de la revista Tiempo- le vinculaban al suministro de armas a Irán y a la guerrilla antisandinista de Nicaragua, y le atribuían una especial protección de Abu Abbas -del Frente de Liberación de Palestinacuando éste secuestró el transatlántico italiano Achille Lauro.

La investigación abierta ahora por el juez Garzón apunta leves indicios de una conexión entre Oubiña, las mafias colombianas y el ciudadano Al Kassar. Las relaciones del contrabando gallego con el clan colombiano de los Ochoa, que desde hace muchos años se dedica al tráfico de cocaína en gran escala, constituyen uno de los interrogantes principales de todo el sumario 13/90.

Pero esa investigación se encuentra en mantillas. De momento existen dificultades incluso para probar la posesión ¡lícita de armas por parte de Laureano Oubiña.

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Coartadas

El 12 de junio pasado, la policía encontró una escopeta de cañones recortados en la bogeda del pazo Baion, propiedad de la entidad Alvariño Baion. Laureano Oubiña niega todo conocimiento de la misma: no sólo afirma haberse desvinculado de dicha empresa -en el sumario consta la declaración de una administrativa, María Elena Dapena, que se atribuye el despido de Oubiña-, sino que uno de los empleados del pazo, José Manuel do Reís, se presentó al juez para hacerse responsable del arma en cuestión, después de indicar que la había encontrado casualmente.Es difícil que Oubiña logre eludir todas las imputaciones con la coartada de sus empleados. También dice no saber nada de empresas panameñas, y, sin embargo, se ha comprobado que su firma y la de su mujer, Esther Lago, son las únicas autorizadas para mover los fondos de la sociedad panameña Fashion Earings en entidades bancarias. Tendrá que demostrar, por ejemplo, de dónde proceden los 88 millones de pesetas con los que abrió, de golpe, una de esas cuentas, a nombre de una de las empresas que dice desconocer.

Un informe de la Guardia Civil, basado en pinchazos telefónicos y en otras actuaciones, considera al cuñado de Oubiña, Domingo Ubeira, como "el encargado de llevar doble contabilidad de las empresas que controla Laureano Oubiña, y en algún caso de servir de intermediario para el lavado de dinero procedente del tráfico ilícito de drogas, a través de empresas de cobertura como la Fashion Earings". Pese a tal aseveración, Ubeira no figura entre los implicados del 13/90.

El narcotraficante arrepentido Ricardo Portabales ha mencionado, en sus declaraciones ante el juez, la participación del empresario Enrique Sarasola en una supuesta reunión de Al Kassar con Laureano Oubiña y Paz Carballo, en 1988. Sarasola ha desmentido tal imputación.

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