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Entrevista:

"Si hay guerra, la crisis será como la del 73"

Modigliani, que participa en Barcelona en el Congreso Mundial de Econometría, señaló: "En una situación como la actual suben los precios del crudo y de casi todo y, por tanto, los trabajadores quieren incrementos salariales para mantener su poder adquisitivo. Lo que más puede ayudar a solucionar el impacto de la crisis es que los salarios se muestren flexibles a la baja en términos reales. En este sentido España tiene un cierto historial negativo porque ha tenido mucho desempleo debido a la rigidez de los salarios".Pregunta. ¿Se puede decir que la situación desencadenada en el Golfo es la única causante de una crisis de la oferta de petróleo a escala mundial?

Respuesta. La OPEP y la península arábiga controlan el 50% de las reservas mundiales de crudo, lo cual justifica la preocupación por una posible crisis de la oferta. La economía mundia de ne la experiencia de las dos crisis anteriores del petróleo, pero no hemos aprendido lo suficiente como para superar los efectos que pueden desencadenarse en términos de inflación y desempleo. Preveo que si estalla finalmente el conflicto bélico los efectos serán similares a los del 73.

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La Econometric Society

P.¿Estamos ante una situación parecida a la que soportó la administración Carter al final de los años 70 ?

R. Cualitativamente los efectos serán del mismo tipo, pero, a diferencia de lo que ocurrió durante la primera crisis del crudo, las economías ahora son más fuertes y el impacto se verá amortiguado. El sacrificio necesario para superar ahora los altos precios del petróleo no coge desprevenido a nadie e incluso se ha realizado ya un cierto proceso de sustitución de importaciones de los productos energéticos. Jugamos con ventaja porque se sabe lo que va a ocurrir.

P. Lo que sobre el papel iba a ser un parón de crecimiento o crecimiento cero en los Estados Unidos, coincidiendo con el micio de la década, adquiere otros matices después de la invasión de Kuwait. De momento, mientras se hunden los mercado financieros de todo el mundo, el dólar recupera terreno de forma incipiente. ¿Hasta qué punto se verán perjudicados Europa y Japón?.

R. La economía norteamericana estaba dando señales de una cierta recesión, pero hay que tener en cuenta que después de una larga temporada de altas tasas de expansión y pleno empleo se han agotado los recursos ociosos que sirvieron de base a este proceso. El paso lógico siguiente era el crecimiento cero, pero, no obstante, se esperaba que, a pesar de ralentizarse la economía americana, se pudiera mantener el clima de prosperidad alcanzado en Europa. Si ahora se concreta la escasez y carestía del petróleo aparece efectivamente la posibilidad de recesión a nivel mundial y cabe esperar una contracción. El ajuste implicará entonces una política monetaria más estricta. Hablamos siempre de efectos a nivel mundial. Es decir, están incluidos Europa y, por supuesto, también Japón.

P. Para algunos analistas, los bancos centrales deben adoptar ahora políticas restrictivas para combatir la inflación de la forma más ortodoxa. Otras opiniones apuntan la necesidad de mantener cierto nivel de expansión monetaria a fin de evitar que los sectores productivos no relacionados directamente con la energía se vean afectados por la recesión. ¿Cuál es, a su juicio, la salida más airosa?

R. Espero que la reacción de los bancos centrales suponga una política no estrictamente restrictiva sino más bien ajustada para evitar que se acumule la espiral inflacionista. Esto obviamente tiene un coste en términos de desempleo.

P. Sufrirán impactos más negativos aquellos que en mayor medida tienen una dependencia del petróleo en el conjunto de su factura energética.

R. Dependerá de cuál sea la posición neta de cada país en términos de demanda de petróleo. Tomemos dos casos: Estados Unidos e Italia. Los dos demandan mucho, pero Estados Unidos tiene un nivel de reservas de crudo muy alto y por tanto parece que está menos expuesto a los efectos de la crisis.

P. ¿En qué medida sigue usted confiando en la capacidad de la cienca económica como instrumento válido a la hora de despejar incertidumbres?. Dicho de otro modo: ¿Confía en la adaptabilidad de la teoría a las recetas aplicadas en política económica?

R. La cuestión no está en los economistas. Lo que pueda ocurrir en las políticas monetarias depende de las medidas que los gobiernos estén dispuestos a poner en práctica. Lo que los economistas puedan aconsejar y lo que los políticos puedan hacer son cosas muy diferentes ya que la opinión de los primeros comporta medidas impopulares en la mayoría de los casos. Todo depende ahora de si estalla o no un conflicto bélico en el Golfo. Si estalla, una gran parte de las reservas de petróleo va a verse comprometidas. Si no estalla, personalmente no creo en una coyuntura de escasez porque ya hay países que están díspuestos a aumentar su producción como Arabia Saudí. En el peor de los casos, las consecuencias están en función de lo estrictos que estén dispuestos a ser los gobiernos.

P. La remuneración del trabajo está, pues, en la base de toda doctrina. Es la piedra angular de la economía mundial.

R. Le contaré una, anécdota ilustrativa. El lema de la Administración Ford en los Estados Unidos decía que los trabajadores serían más pobres cuanto más alta fuera la tasa de inflación. Sin embargo, la paradoja era que la inflación se producía precisamente porque los trabajadores eran más pobres y trataban d

e recuperar el nivel adquisitivo. Es decir, eran más pobres porque el crudo se había encarecido en términos reales y ellos trataban de incrementar su nivel adquisitivo, provocando así la espiral inflacionaria.

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