El industrial Luis Suñer, secuestrado por ETA en 1981, fallece en Alzira a los 80 años
El industrial valenciano Luis Suñer, que fue secuestrado por ETA político militar en 1981, falleció ayer en Alzira (Valencia) a los 80 años de edad. Suñer murió en su chalé de Alzira por un paro cardíaco tras un proceso de neumonía. Suñer fue el impulsor de un imperio económico que gira en torno a la empresa Avidesa, del sector de la alimentación congelada, y Cartonajes Suñer, del sector de embalajes.En el año 1978, Luis Suñer fue el contribuyente español que declaró mayores ingresos a Hacienda. En aquel tiempo, Hacienda hacía públicas las listas de los contribuyentes más importantes y Suñer declaró 400 millones de pesetas de ingresos. Cuatro años después, ETA político militar secuestró a este industrial, que permaneció tres meses en manos de los terroristas. El pago de un rescate de 350 millones de pesetas permitió la liberación del empresario. El secuestro de este industrial, en enero de 1981, conmocionó a la opinión pública española al tratarse de la detención ilegal más larga de la historia española. Sólo el secuestro del industrial Emiliano Revilla ha superado en duración al de Suñer.
El entierro de los restos mortales de Luis Sáñer se realizó en la tarde de ayer en Alzira. En esta localidad valenciana, don Luis, como era conocido, se había convertido en una personalidad. Poseía la medalla de oro de la ciudad y hasta el campo de futtbol del equipo local lleva su nombre.
Más de un millar de personas asistieron al sepelio. El féretro, acompañado. de la comitiva familiar, recorrió las factorías del grupo industrial de Suñer, donde las banderas de España, la Comunidad Valenciana y de la firma Luis Suñer ondeaban a media asta. Posteriormente, el cortejo se dirigió al domicilio del fallecido y desde allí salió el féretro acompañado por autoridades del Gobierno valenciano, Diputación de Valencia y del Ayuntamiento de Alzira, hacia la sede de la corporación municipal, donde la policía local le hizo los honores al industrial muerto antes de trasladarse a la iglesia donde se ofició la misa.
El industrial Luis Suñer inició su fortuna en la década de los cincuenta con la fábrica de cartonajes y amplió posteriormente sus actividades a la industria agroalimentaria, donde destacaría con la marca de helados Avidesa.
En los últimos años, la avanzada edad de Luis Suñer y su estado de salud, más delicado desde el secuestro de ETA político militar, le habían relegado a puestos de carácter honorífico, encargándose de la dirección de las empresas su nieto Alberto Campos Suñer.
Los problemas de crecimiento y rinanciación de las empresas de Luís Suñer aconsejaron a mediados del año pasado la salida a bolsa de Avidesa, en una operación financiera diseñada por Mercapital.
Al entierro de Luis Suñer acudieron ayer destacados representantes de la vida económica valenciana, como el presidente de la Feria Muestrario Internacional, Ramón Cerda, o relevantes empresarios con proyección internacional, como Juan Lladró. En nombre de la Generalitat acudió el consejero de Trabajo, Miguel Doménech.
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